Está claro que hay gente que vemos los peligros. Por un lado, las libertades y por otro
las regulaciones. Muchas veces están en posiciones diametralmente opuestas. Que llegara la
era de la inteligencia artificial era un secreto a voces. Sólo una cuestión de tiempo. Dotar a las
máquinas de autoaprendizajes optimizaría las aplicaciones hasta límites que quizás, ahora, no
nos hayamos dado cuenta de dónde está el límite.
Y, ya puestos, qué las máquinas piensen, damiedito. Y mira que hemos visto películas catastrofistas en ese aspecto. Las máquinas que se
rebelan contra los humanos es ciencia ficción ¿por ahora? Nunca me canso de ver “2001:
Odisea del espacio” de mi maestro Stanley Kubrick. El ordenador HAL 9000 empieza a tomar
decisiones propias para lograr su supervivencia, cuando entiende que va a ser desconectado.
Está claro que la Inteligencia Artificial que tenemos ahora, no llega a esos límites, no
me pongan la etiqueta de “alarmista”, todavía. Quizás, el peligro más inminente va a ser la
gran perdida de puestos de trabajo. Ya hicieron huelga los guionistas de Hollywood al ver
como los guiones que antes escribían ellos, serían reemplazados por algunos hechos por
máquinas directamente. También los dibujantes, editores de video, locutores, publicistas,
ingenieros programadores de cadenas de montaje y un largo etcétera verán riesgos en una
revolución que puede acabar con reconversiones en ciertos sectores profesionales.
Pues ya la Comunidad Europea ha puesto la primera piedra en la regulación de esta
evolución promulgando una Ley de Inteligencia Artificial con la que se permitirá o denegará su
uso por parte de la tecnología en base al peligro que represente para las personas. Está claro
que internet es un cúmulo de datos sobre cada uno de nosotros. Que nos “tienen fichados” es
un hecho que, a mí, me parece irrefutable. El problema es lo que hagan con esos datos. Ese es
el peligro. Por ello, una de las principales controversias para sacar esta ley ha sido la de los
reconocimientos faciales y biométricos y el uso que se dé a los datos. La negativa del
parlamento europeo a permitir este tipo de reconocimientos en tiempo real dividió a los
gestores hasta el punto en que se llegó a un acuerdo que determina que los países sólo
puedan permitirlo en caso de que esté en juego la seguridad nacional. Quedan todavía muchos
parámetros por evaluar, pero me da que será a medida, como siempre hemos hecho los
humanos, con la ley del “ensayo-error”. Ahora sacan esta ley y la irán corrigiendo a medida
que se vayan dando cuenta de que falla por algunos sitios. Al tiempo, me dirán.
Mas noticias en: https://luisalbertoserrano.wordpress.com/finde-nius-3
Escúchalo en el podcast:
No hay comentarios:
Publicar un comentario