El Ayuntamiento promovió esta iniciativa a propuesta del cronista oficial, que considera al homenajeado como ‘una de las figuras más grandes de la literatura que ha tenido Ingenio’
Con la instalación de dos placas en la casa natal del escritor, poeta y maestro Agustín Ramírez Díaz, el Ayuntamiento de Ingenio, la familia del homenajeado y la Agrupación Folklórica y Cultural Guayadeque se han unido para culminar la iniciativa de rememorar y destacar la figura de este trascendental personaje de la vida cultural del municipio.
La antigua casona canaria donde vivió, estudió, escribió y murió este ilustre personaje, ubicada en la calle Cándida Ruano Urquía número 5 de El Carrizal, cuenta ya con estas placas identificativas de su obra y profesión. Las conversaciones mantenidas entre el alcalde de la Villa, José López Fabelo, y la familia del poeta han posibilitado hacer realidad esta idea, perpetuando de una forma simbólica su memoria por medio de una placa con el texto de una de sus obras, iniciativa planteada y defendida por el cronista oficial de Ingenio, Rafael Sánchez Valerón, gran conocedor de la trascendencia Agustín Ramírez. El respaldo de la familia, autorizando su instalación, se ha enriquecido con el deseo de aportar una segunda placa, promovida por la AFC Guayadeque, recordando la labor de maestro de Agustín Ramírez.
En la mañana de este viernes, 13 de octubre, se daba a conocer públicamente esta iniciativa. La concejala de Desarrollo Etnográfico y Patrimonio Cultural, Catalina Sánchez, que acudió junto al primer teniente de alcalde, Rayco Padilla, y la concejala de Participación Ciudadana, Rosario Viera, resaltó la importancia de Agustín Ramírez Díaz “en la historia de Carrizal por su aportación a la cultura y a la formación, a la vez que agradeció a Rafael Sánchez (‘Feluco’) el haber formulado esta petición, y "a la familia y la memoria de Agustín por todo lo que aportó al municipio”.
El cronista, por su parte, tras agradecer a la familia el haber acogido esta propuesta y a las autoridades el hacerla posible, hizo una breve semblanza sobre Agustín Ramírez, a quien consideró “una de las figuras más grandes de la literatura, y de otros campos también, que ha tenido Ingenio en todos los tiempos”. “Por eso, desde aquí, animo a la gente a que conozca su obra, que esto sirva para que su obra se divulgue porque en su tiempo, con su humildad, con la época que le tocó vivir, no tuvo oportunidad de difundir sus escritos,” dijo. El cronista dio lectura asimismo a parte del texto escogido para que quedase plasmado en la placa para hacer ver su gran “categoría intelectual”.
Seguidamente la sobrina del protagonista, Mari Luz Álamo Henríquez, en nombre de la familia, recordó a su tío como una persona “tranquila, amable, cariñosa y gran escritor”, informando además que lamentablemente antes de morir su quemó gran parte de su obra, por lo que “solo existe la que está en las hemerotecas de los periódicos y las revistas en las que escribió”. Añadió que “siempre que abro la puerta alguien viene y dice aquí estudié yo con D. Agustinito Ramírez, y eso me alegra en el alma; que se le siga recordando, que su dedicación a la enseñanza y a la literatura todavía sea recordada”.
El acto concluyó con la interpretación de unas folías por parte de una representación de la AFC Guayadeque y una foto de familia.
Agustín Ramírez Díaz
Según datos publicados por el cronista oficial de Ingenio, Rafael Sánchez Valerón, Agustín Ramírez Díaz nació en El Carrizal el 8 de octubre de 1910, hijo del comerciante Agustín Ramírez Ramírez y Candelaria Díaz Ramírez. Desde niño se distinguió por su amor al estudio y afán de saber. Su delicado estado de salud le impidió continuar estudios superiores, dedicando gran parte de su vida a la enseñanza particular preparando a gente de todas las edades.
Autodidacta, formado en el trabajo diario, luchó y sufrió por el bienestar de su Carrizal natal frente a la incomprensión de buena parte de sus convecinos. Destacó como poeta y ensayista de novela corta. De talante humilde, le gustaba más escuchar que hablar, generando una obra de gran valor intelectual malogrado por razones de tipo económico y ambiental. Cultivó la faceta de director de teatro y recitales, consejero de juventudes y moderador de tertulias.
Participó de manera intensa en el acontecer social de su pueblo. Formó parte de la comisión nombrada en la etapa republicana para entrevistarse con el Gobernador Civil con el fin de resolver la carencia de agua a la población motivada por la desaparición de los nacientes en el barranco del Obispo, provocada por la apertura de un pozo por parte de un particular. Por la década de 1940 fue secretario de la Sociedad de Recreo Unión Fraternal, bajo la presidencia de Juan Castellano Viera y Agustín Ramírez Alemán, que habían sido sus compañeros en El Costero, siendo el componente más activo de esta publicación carrizalera.
Desarrolló la labor periodística durante toda su vida, siendo un prestigioso articulista en distintos periódicos de Las Palmas (La Provincia, El Radical, Falange, Eco de Canarias). Se puede considerar el más reconocido escritor nacido en el municipio de Ingenio en todos los tiempos, destacando el contenido literario de sus trabajos.
Agustín Ramírez Díaz falleció en su pueblo natal el 27 de mayo de 1967 a los 57 años de edad, dejando en el recuerdo toda su lucha y amor a El Carrizal.
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