La semana pasada escribía un artículo sobre como China o Rusia estaban intentando
colonizar “silenciosamente” África. Unos a base de venta de productos de bajo costo que los
ciudadanos puedan adquirir y generarles la sensación de prosperidad. Los otros, vendiendo
armas con las que los gobiernos pueden mantener el control y la seguridad, perpetuando su
dominio por la fuerza.
Ahora, escribimos un capítulo más con el golpe de estado que se haproducido en Níger esta semana. Geoestratégicamente bien situado, el país está en el centro
de lo que sería el norte del continente. Junto a Chad son la parte central del Sahel. Además,
posee fronteras con países como Argelia, Libia, Nigeria o Mali. De ahí, lo importante para las
potencias el tener el control de la zona.
El presidente Mohamed Bazoum se encuentra bajo custodia militar golpista en el
palacio de Niamey. Ya sé que este país tiene una amplia tradición de acabar las legislaturas
antes de tiempo y por la vía rápida. De hecho, es el quinto golpe de estado desde que dejaron
de ser colonia francesa en 1960. Pero, el de ahora, tiene unas connotaciones que no tienen los
anteriores. Las declaraciones de Prigozhin, líder del grupo Wagner, de apoyar el golpe no hace
más que reforzar la idea del colonialismo que Rusia está intentando imponer en la zona. Más,
sabiendo que el gobierno del retenido Bazoum, ha sido un bálsamo de paz en la franja y un
frenazo a los afanes expansionistas del radicalismo yihadista desde sus países limítrofes o
desde Burkina Faso.
Siempre he visto África como un tablero de ajedrez en el que todos juegan (algunos
con trampas) y en el que las fichas, a veces, hasta cambian de color según vaya avanzando la
partida. En esta década, observo con incredulidad, que se han acelerado los movimientos de
piezas. Espero que este golpe, no desencadene una reacción en cadena. Pero claro, eso está en
manos de los que mueven los hilos del tablero.
Mas noticias en: https://luisalbertoserrano.wordpress.com/finde-nius-3
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