Mary Almenara
Quisiera pensar que todo ha sido un sueño, una triste pesadilla que ha perturbado mi noche de sueño. Quisiera creer que nada de lo que estamos viviendo ha ocurrido, pensar que nadie se ha ido más allá de la luna para no volver jamás.
Desearía que todo fuera producto de mi imaginación, que los médicos y sanitarios no han trabajado hasta la extenuación intentando salvar vidas que se les escapaban de las manos como palomas que volaban para nunca regresar.
Sería más feliz cuando, al ver a tantas y tantas personas con una mascarilla puesta durante las horas de trabajo, creer que lo hacen para no contagiar de una gripe de invierno que les está afectando.
No quisiera que mis ojos se llenen de lágrimas cuando veo a tantos niños ocultando su sonrisa tras una triste mascarilla cada vez que salen de casa.
Quisiera y desearía que todo fuera un sueño, una quimera, una utopía pero, no, todo es una triste realidad que hemos vivido en este maldito año al que le quedan pocas horas de vida, que pronto se irá para siempre al lugar del que nunca debió salir.
Solo espero que este nuevo año que pronto llegará a nuestras vidas sea diferente, que traiga con él una luz de esperanza para ser un poco más felices.
Sin embargo nada ni nadie podrá impedirme que les desee a todos un feliz y próspero año nuevo.
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