La situación se nos presenta un poco rara, creo que se hace necesario que desde el Gobierno de Canarias se dejen las cositas claritas
Tenemos que reconocernos que cuando se
trata de salvar lo nuestro, lo más cercano, aquello que nos puede doler,
sobre todo, en nuestros bolsillos o de aquellos que nos interesa
salvar, somos capaces de no ver nada que pueda ser perjudicial, nuestra
parcialidad nos puede.
En Canarias, aunque nos fastidie
reconocerlo, se van a dar unos acontecimientos muy puntuales que no
debieran de permitirse por el bien de todos. Las Fallas se dice que se
puede perder de entre 700 a 900 millones de euros el no celebrarse esas
fiestas, pero seguro que se ganará en salud.
Los Carnavales que restan en Gran
Canaria se juegan en Telde y en San Bartolomé de Tirajana, y a esta hora
podemos estar hablando de que los actos más multitudinarios estén
suspendidos, si así fuera, seguro que son medidas que se toman por el
bien del interés general, no podemos considerar ni dudar que nuestras
autoridades han hecho lo mejor.
Ignoro si algunos actos, de menor
participación pueda salvarse y realizarse o coger el toro por los
cuernos como se suele decir coloquialmente y suspender los carnavales o
aplazarlos a otras fechas del año si recuperamos la normalidad en tres o
seis meses.
En Telde se está llevando desde hace
algún tiempo, como si conocieran lo que se venía encima, unos encuentros
de carnavales tradicionales, de los de antes, en algunos locales de
Asociaciones de Vecinos, donde se llegan a reunir 50 o 70 personas
sumando a los tocadores, concejal y asesor incluido, estos eventos serán
lo viables y de los que se pueden disfrutar sin miedo alguno, siempre y
cuando se cumpla principalmente con el rigor y las normas de higiene
que nos recomienda Sanidad y hasta la fecha les ha ido bien.
Lo que no podemos aceptar es que, unos
políticos por querer justificar unos compromisos económicos nos metan a
todos en la mierda, creo que esa Comisión del Gobierno de Canarias que
se ha puesto en marcha para valorar y dar respuesta a los eventos donde
se congregue una importante cantidad de personas y que, puedan correr el
más mínimo riesgo, sean suspendidos sí o sí. Lamentaremos, sobre todo
lo harán los más jóvenes y alocados que, por cierto, aquí podemos decir
aquello de que, a veces el gallo no se acuerda cuando fue pollo.
Queremos una juventud fuerte y
preparada, no dudamos que el presente y el futuro inmediato están en sus
manos, pero debemos de procurar que lo asuman como mínimo, con garantía
de futuro y salud, para ello le corresponde, a los actuales
gobernantes, poner todos los medios para que así sea, aunque a éstos le
cueste entender que ahora que no toca fiestas, que toca cuidarnos y
dejar que corra el aire.
Somos todos responsables, nuestra
población más vulnerable no puede estar en peligro por una tarde y noche
de juerga y jolgorio, creo que nuestros seres queridos, esos que lo han
dado todo por nosotros, a cambio de nada en la mayoría de las veces, no
se merecen que, no solo le traigas el disfraz roto, sino que, además,
les metan en la casa un virus de muerte.
funente: https://canariasopina.com/2020/03/11/el-comentario-fiestas-juventud-y-vivir/
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