Opinión
No sabemos a ciencia cierta “si los hidroaviones son efectivos en Canarias”, y en concreto en Gran Canaria: por sus montañas, por la falta de grandes pantanos o lagos donde tengan espacio para repostar agua dulce en lugar de agua salada que es perjudicial para la reforestación y tienen que ir al mar (con ordenación previa de navegación y lejos de costas de bañistas); pero lo que sí parece cierto es que la labor ante la catástrofe sufrida es imprescindible.
Desconocemos igualmente el número de helicópteros de que se dispone en Canarias equipados y con personal adecuado para estas “macro/tareas” de luchar contra tales catástrofes y la valoración de efectividad.
Nos preguntamos: ¿cómo es posible?, con la delicada masa forestal en Gran Canaria, como en el resto de las islas, con sus grandes extensiones (somos islas y para una isla canaria son grandes extensiones) no se disponga “aún de todavía”, en los tiempos que estamos, de “servicios de detección de incendios mediante cámaras en puntos estratégicos”, por no hablar de drones, que si bien vigilan a cualquier pescador de orilla (hasta ahora con helicópteros) o multas de tráfico. Cómo carecemos de esos imprescindibles medios de alarma y custodia permanente; pero aún con más razón en olas de calor como las vividas o en los momentos de calima y bochorno. Con que planificación se cuenta.
No entendemos, con las terribles consecuencias vividas con el fuego en las islas cada poco tiempo, y ante todo porque estamos ardiendo en Gran Canaria: no estén los puntos de agua (bocas de agua) extendidos por todos los bosques y montes de nuestra geografía. Por no decir de canalizaciones de agua adecuadas.
Recordamos; las protestas y recomendaciones cuando fueron abatidas las cabras guaniles o asilvestradas; que sin ser una gran cantidad, contribuían a cierta limpieza del monte aunque al parecer, también ponían en peligro especies protegidas y amparadas por fondos europeos a los que había que responder. Vemos que ahora el fuego ha sido realmente la mayor desgracia sufrida.
Observamos, pues está a simple vista, como campos y montes; bordes de la carretera están rebosantes de “pinocha” (esas hojas del pino secas) que junto a sus piñas, que igualmente son un combustible de alto valor, rellenan los bordes de las carreteras, los senderos y caminos, huertos y otros parajes cercanos…
Proponemos una evaluación real y transparente de todo lo sucedido
Que se replantee todo el sistema de protección. Que con la lógica y esperada declaración de “catástrofe” las ayudas se vean materializadas en planes reales de prevención “permanente y moderna”… que aparte de las UME y cuerpos de bomberos y seguridad que ejemplarmente han respondido. Contemos y se establezcan unidades permanentes del ejército y no circunstanciales. Con un cuerpo permanente y profesionalizado de refuerzo a las unidades establecidas y que mientras no esté en situación de intervención, permanezca como custodio y gestor de cuerpos profesionales de limpieza contra el fuego y preparación de los terrenos; tanto en su limpieza, conservación y trato de especies animales y vegetales… hablamos de unidades permanentes profesionalizadas.
Ha sido ejemplar la intervención de protección civil, cruz roja y demás, que junto con los cuerpos de intervención y de bomberos; el ejército y sus unidades y la policía en todos sus cuerpos y la Guardia Civil. Pero entendemos que todas estas unidades y cuerpos tienen funciones específicas y complejas, por ello proponemos esas unidades de adecuación contraincendios para cuando se recuperen nuestros montes devastados y se proteja a los de las otras islas.
Manifestamos nuestra solidaridad con las miles de personas evacuadas de sus viviendas y realojadas en centros o en familiares. Ejemplar ha sido esta labor y que debemos igualmente considerar. Ha sido igualmente en paralelo la protección de los animales domésticos y su reubicación por medios controlados. No olvidemos a las especies animales en libertad y sus probables consecuencias terribles.
Apostamos por la vida… porque toda esta enorme tragedia imborrable del sentir y de la historia, nos haga reflexionar y madurar, a la vez que nos parece muy irregular los distintos puntos de inicio y continuación del fuego… y por ello es un deber exigir la investigación de lo sucedido y su consideración.
Vivimos sobre volcanes; el fuego y los temblores son parte de la vida… la naturaleza los regula para nuestro bien o nuestro mal. Si los humanos con los sistemas depredadores la destruimos: debemos repararla para poder subsistir.
No olvidemos que somos una especie más sobre el suelo y que somos sólo invitados por un tiempo.
Cuidémosla… es nuestra única nave en el universo.
fuente: https://maspalomasnews.com/preguntas-los-verdes-de-santa-lucia-incendio-gran-canaria/
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