En este pueblo, pues lo de ciudad lo ha ido perdiendo, hay que caminar con la cabeza agachada si no se quiere caer de bruces en cualquier calle. Que Dios nos libre de tropezar pues, además de la posible lesión que podamos sufrir, nos queda pelear con el ayuntamiento para que acepte que nos hemos caído por culpa del mal estado de sus aceras.
En este pueblo, pues lo de ciudad lo ha ido perdiendo, hay que caminar con la cabeza agachada si no se quiere caer de bruces en cualquier calle. Que Dios nos libre de tropezar pues, además de la posible lesión que podamos sufrir, nos queda pelear con el ayuntamiento para que acepte que nos hemos caído por culpa del mal estado de sus aceras.
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