Hace pocos días se ha
colocado un cartel de 10 metros de largo y 1,3 de alto, elaborado con
acero corten situado en la entrada de Jinámar por la GC-1 que según el
Gobierno Municipal de Telde, contribuye a la puesta en valor del barrio.
Hasta aquí no habría nada que objetar,
sino fuera porque el Valle de Jinámar ahora mismo tiene unas
deficiencias en infraestructuras muy graves, y en lo último que
pensarían unos gobernantes responsables es en el embellecimiento y
ornato.
Los vecinos sufren unas carreteras
destrozadas en la mayoría del barrio con socavones que producen sonrojo,
aceras rotas, basura, falta de seguridad, desempleo y tantas cosas
negativas que estaríamos mucho tiempo enumerándolas.
Los vecinos de Jinámar saben que hay
unas elecciones en puertas y que esto es solo un lavado de imagen del
Grupo de Gobierno que quiere demostrar en tres meses que se preocupa por
el barrio, cosa que no ha hecho en los cuatro años de mandato.
Un Gobierno Local que viven de las
apariencias, y quiere que Jinámar sea como los sepulcros blanqueados muy
bonito visto a través de carretera, pero por dentro lleno de
podredumbre.
No se trata de que no se embellezcan el
entorno de los barrios ni mucho menos, pero primero deben dejar
solventado los problemas endémicos del Vale de Jinámar: pobreza,
analfabetismo, instalaciones públicas con gente viviendo dentro, un
Mercadillo dominical en el más absoluto de los abandonos etc etc
Siguen sin enterarse que los vecinos de
Jinámar no van a desarrollar el ‘sentimiento y el orgullo de
pertenencia’ mientras sus necesidades más básicas no sean cubiertas.
Teldealdía.com
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