lunes, 4 de diciembre de 2017

¿POR QUÉ SE DICE? AHÍ LE APRIETA EL ZAPATO



 Autora : Maria Sánchez

 En esta época que nos ha tocado vivir no es nada extraño ver como, día sí y día también, hay una pareja en la que la relación con su cónyuge o compañero comienza como los barcos haciendo agua por todas partes para, al final, terminal hundiéndose.

No quiero entrar en el tan manido argumento, que enarbolan algunas personas diciendo, “las mujeres hoy en día no aguantan nada”. Cada cual es dueño de sus actos y decisiones las cuales merecen el respeto de todos los que somos meros espectadores.
Lo malo es cuando, los familiares y amigos, tratando de arreglar lo que ya no tiene arreglo usan a los niños, si los hubiera, como punto débil de la pareja diciendo, “hay les aprieta el zapato” y por ellos buscaran la solución.

También se suele escuchar la concebida frase de “pues si parecían tan felices” y en efecto, lo parecían, pero sólo ellos sabían lo que se cocinaba en su casa, y como siempre la procesión va por dentro.

Esto que les relato es para ponerles en situación del origen de la frase, (Ahí le aprieta el zapato). Cuando decimos esto, tratamos de tocar el punto débil de la persona a la que va dedicada.


La historia comienza con un cuento castellano protagonizado por un cura y un zapatero. Éste último le explicaba al cura su intención de separarse de su mujer el párroco, tratando de arreglar la cosa, ensalzaba las virtudes de la señora a lo que el zapatero mostrándole sus zapatos replicó.
¿Qué le parecen mis zapatos? A lo que el cura responde “bonitos y de buena piel” El zapatero contesta “pero solo yo sé dónde me aprietan”
Siguiendo esta máxima, nunca debemos inmiscuirnos en la vida de los demás.
Pues cada uno sabe dónde le aprieta el zapato.

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