jueves, 25 de agosto de 2016

El taxista de Valdesoto, dos etapas de adelanto en su vuelta a España en un Mini


Lleva dos días de adelanto sobre el programa previsto. El aburrimiento al viajar solo y el buen comportamiento del Mini Morris hace que Pepe Zorita, el taxista de Valdesoto que el pasado día 12 se embarcó en un largo viaje para realizar la vuelta a España en un Mini del año 1.970, lleva hasta hoy dos etapas de adelanto. De seguir así  llegará a Valdesoto el próximo día 25 en lugar del 27 que es lo que estaba previsto.

Zorita terminó la novena etapa en Córdoba después de salir de Granada y pasar por Jaén. Aunque estaba previsto finalizar en Málaga, pero un ruido en el coche que «llevaba días mosqueándome» le hizo detenerse en un taller mecánico para hacer una revisión. La rotura de un soporte de motor y un rodamiento fue el diagnóstico detectado. Por ello el Mini estaba parado en espera de poder encontrar un  rodamiento. «Ya lo tienen localizado pero hasta las tres de esta tarde, no podré reanudar la marcha» dijo a LA VOZ el resignado piloto que lleva acumulados ya 3.852 kilómetros.
Lejos de sentirse cansado, este aficionado al automovilismo y experto taxista, curtido en mil batallas en las carreteras, tiene la moral por las nubes y el objetivo de cumplir su sueño. En este sentido indicó a LA VOZ que «esto es  lo menos que podría haber ocurrido y paré por precaución antes de evitar males mayores». El adelanto en dos días sobre la programación inicial la justifica por el «aburrimiento. No sabía que hacer por las tardes y entonces decidí saltarme el programa y hacer dos etapas en un mismo día». Porque tal y como explicó el piloto «el objetivo es intentar llegar a casa no el día que lo haga».
El mayor problema con el que se encontró Zorita en el largo trayecto ya recorrido fue sin duda «el calor»  y también a la hora de encontrar donde pernoctar en algunas ciudades como en Almería donde durmió en el coche. Entre otras muchas anécdotas acumuladas durante las etapas ya transcurridas, destaca la que le sucedió en Huesca. «Paré a repostar y un señor estaba empeñado en comprarme el coche. Le dije que no, pero tanto insistió que le dije que primero tenía que terminar la vuelta y luego ya hablaríamos». /La Voz de Asturias : MANOLO CALLEJA

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