domingo, 22 de febrero de 2015

¿Por qué distinguimos peor los colores cuanto menos luz hay?


-Vaya cosa. Y si es de noche y no hay ninguna luz encendida, no vemos nada de nada.
Bueno, vale. A lo que me refiero es que cuando la iluminación es más deficiente distinguimos peor los colores. Y en la penumbra todo nos parece de un color homogéneo. ¿Quién no ha oído la expresión “De noche todos los gatos son pardos”? Pues significa nada más y nada menos que eso, que en la penumbra todo nos parece igual, que todo se confunde.
¿Y por qué la luz puede ser suficiente par ver pero no para distinguir los colores?
La luz forma las imágenes en la retina, que está situada en la parte posterior del globo ocular por la parte interna. La retina está compuesta de diferentes tipos de células, algunas de ellas sensibles a la luz.
Y estas células son de diferentes tipos. Fundamentalmente de dos: conos y bastones, llamados así por su forma.
Los bastones detectan principalmente la cantidad de luz, mientras que los conos son sensibles a los colores. Tres tipos de conos, sensibles cada uno a un color primario.
Lo que ocurre es que con una iluminación pobre no obtenemos suficiente información de los conos, por lo que no percibimos los colores. Y con la información recibida de los bastones formamos una imagen en diferentes tonos grisáceos o parduzcos




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