La seguridad ambiental durante las prospecciones cercanas a Canarias costará 2,4 millones

El Programa de Vigilancia Ambiental (PVA) incluido en el Estudio de Impacto Ambiental (EIA), que ha sido la base para que el Ministerio de Medio Ambiente haya formulado una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) favorable a los sondeos proyectados mar adentro en aguas españolas cercanas a Canarias, estima una serie de costes aparejados al antes, durante y después de la actividad exploratoria.

Para cumplir con las condiciones establecidas del mencionado programa de seguridad, tales como los controles de calidad del aire, acústica y lumínica, la gestión de aguas negras, aguas grises, aguas de sentina, aguas de lastre, así como de los residuos «offshore», el almacenamiento de sustancias químicas, la gestión de ripios y lodos, la inspección de la calidad del agua y el plan de protección y respuesta a vertidos accidentales, Repsol ha previsto una inversión de 2,4 millones de euros.

Según la planificación inicial del PVA, el seguimiento ambiental y de seguridad de las operaciones de búsqueda de hidrocarburos supondrá 1,1 millones; el seguimiento de cetáceos y la fauna marina, 300.000 euros, y la gestión de residuos, 1 millón de euros.

Además, en caso de realizarse las catas, la campaña de seguimiento posterior que durará un año costará 2 millones de euros. Este programa es el «punto de partida» de las labores de vigilancia medioambiental de obligado cumplimiento de las prospecciones autorizadas a unos 60 kilómetros de las costas canarias. Fija un sistema que garantiza el cumplimiento de las medidas preventivas y correctoras incorporadas en el citado estudio, así como las derivadas de la Declaración de Impacto Ambiental preceptiva.

Formación

Si los permisos de Repsol superan todos los trámites pendientes, entre ellos, el próximo auto del Tribunal Supremo, el plan es que antes de la perforación los responsables de la vigilancia ambientalmantengan reuniones con los responsables de la unidad de perforación (buque) y del resto de las instalaciones implicadas, con «el fin de explicarles los aspectos ambientales más sensibles del proyecto y la implantación de las medidas preventivas y correctoras propuestas».

Adicionalmente, durante la fase previa está planteada la creación de «un procedimiento de formación y comunicación» para todo el personal (propio y contratado) de la unidad de perforación, las embarcaciones de apoyo, elhelicóptero y la base logística en tierra que asegure «el conocimiento de dichas medidas por parte de todo el personal», señala el documento.

El permiso ambiental contempla tres pozos, pero Repsol tiene intención de perforar en dos de ellos, «Chirimoya» y «Sandía». El primero se encuentra a 55 y 50,5 kilómetros del litoral de Lanzarote y de Fuerteventura, respectivamente, mientras que el segundo se sitúa a 62 y 54 km. de ambas islas. Los dos sondeos alcanzarán una profundidad máxima final de 3.500 metros bajo el mar.

Antes de los sondeos

66.880 euros para revisar el marco legal aplicable

En la fase previa a la perforación, la compañía Repsol calcula que destinará 66.880 euros para revisar el marco normativo legal de aplicación; otros 5.000 euros para actualizar el programa de vigilancia de acuerdo a las exigencias surgidas en procedimiento de evaluación ambiental, las que se deriven de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) o para «cambios puntuales» del proyecto. Por otra parte, el plan de restitución económica y ambiental y cálculo de garantía financiera costará 16.880 euros.

1,5 millones en la campaña del fondo marino

La denominada «presencia física» conlleva la realización en esta misma etapa previa de una campaña ambiental en el marco delEstudio de Fondo Marino para establecer las condiciones físico-químicas y biológicas de dicho fondo y de la columna de agua en el área del proyecto. Para esta campaña ya realizada, únicamente las tareas de vigilancia y seguridad se llevaron 1,5 millones de euros, según el desglose de cifras del PVA.

2,4 millones para escrutar el subsuelo

Unido a la citada campaña, se sumó la inspección visual previa (por medio de ROV o similar) del fondo marino en el entorno de perforación y el Estudio de Fondo Marino, encuadrado en la gestión de ripios y lodos, que representó una inversión de 2,4 millones de euros. En paralelo, ha tenido que realizar controles de calidad del aire y gestionar aguas de sentina y de residuos de las embarcaciones y de la unidad de perforación por un importe total de 50.000 euros.

600.000 euros para equipos de limpieza inmediata

Otras medidas previstas son la activación de un plan de protección y respuesta a vertidos accidentales. Para asegurar la disponibilidad de «equipos de limpieza inmediata para cualquier vertido a bordo», el programa presupuesta 600.00 euros. Además, suscribirá un contrato de servicios con OSRL por valor de 165.000 libras al año (alrededor de 200.000 euros), y elaborará un Plan Interior de Contingencias por Contaminación Marina Accidental (16.280 euros).

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