El tubo volcánico hallado entre Tasarte y Tasartico, en el municipio de La Aldea (Gran Canaria) hace algo más de un año no sólo es uno de los más antiguos del mundo y de los pocos antiguos que conservan vida cavernícola, sino que los exploradores han logrado superar un obstáculo al final de uno de las cavidades y descubierto que la formación volcánica continúa otros 15 metros, según explicó a Maspalomas Ahora el portavoz de la Sociedad Entomológica Canaria Melansis, Manuel Naranjo.
“Se ha superado una obstrucción en el ramal inferior y detectado que el tubo continúa, la exploración es dificultosa porque es estrecha, pero está muy bien conservada y tiene formaciones minerales de bastante atractivo”, de manera que el tubo ha pasado de contar con 47 metros a sumar 67 ya explorados.
El tubo consta dos ramales y un jameo que da a un ramal inferior, que es el que ha visto incrementada su longitud hasta los 67 metros, mientras los otros dos terminan en un estrechamiento natural, aunque se intentó introducir un vehículo con cámara para ver si también continuaba, pero se quedó atascado por la estrechez y en todo caso no sería explorable.
En cuanto a las formaciones minerales halladas en el nuevo tramo, explicó que se trata de unos depósitos muy negros que parecen incrustaciones de algas pero en realidad no se trata de material orgánico, sino óxido de manganeso, aunque aún está por estudiar, pues no ha sido observado en otras cuevas y no se ha podido determinar de qué mineral se trata en realidad, “podría ser romanechita o pirolusita”, e incluso podría tratarse de minerales exclusivos de esta cueva de la isla.
En cualquier caso, su estudio dará pistas de cómo fue el clima en el pasado, aportes de agua o temperaturas soportadas, en definitiva, de cómo se formó la cueva y por ende, la propia isla de Gran Canaria.
Además se ha encontrado un depósito de cuarzo que podría ser moganita, una variedad que se describió por primera vez en Gran Canaria y que luego se ha localizado en otras partes del mundo y mantiene su nombre relativo al municipio en el que se descubrió.
Un increíble hallazgo por ancestral antigüedad
La gran rareza de este tubo descubierto por el grupo de montaña El Verol radica en su antigüedad, ya que con los milenios se suelen desplomar y son pocos los que cuentan sus años por millones, como una de Australia y la de Gran Canaria, que con más de 14 millones de años marca una diferencia “abismal” con los 900.000 años de la Cueva de Los Llanos de Fuerteventura y los 27.000 de la Cueva de Los Vientos de Tenerife, una de las más extensas del mundo.
“Los primeros sorprendidos fuimos nosotros, la sorpresa fue mayúscula, porque además está bien conservado, no es kilométrico pero tiene una buena longitud”, aseguró Naranjo, quien explicó que este hallazgo forma parte del escudo volcánico original de la isla, y por tanto de sus primeras rocas.
Otro hecho excepcional
Cuanto más antiguo sea un tubo volcánico, menos vida se puede encontrar en su interior, puesto que las grietas se van sellando, el agua deja de filtrarse, y desaparecen los nutrientes y las especies, sin embargo en Aslobas, como se ha denominado este tubo volcánico, han encontrado dos especies endémicas, la cochinilla de la humedad ciega y la cucaracha subterránea ciega, aparte de la cucaracha de ojos pequeños, que vive en el resto de la isla y es capaz de sobrevivir en este ecosistema.
Las especies que habitan en tubos y cuevas se han adaptado al entorno de tal manera que son reconocibles por sus antenas, patas, color de la piel y ojos, tal es así que una especie “trogomorfa” perfecta sería un insecto ciego, puesto que no necesita ver, con grandes antenas y patas, para tentar en la oscuridad, sin alas, puesto que no las podrá utilizar en la negrura, despigmentado, dado que no se debe proteger del sol, y muy estilizado.
Los amantes de la naturaleza podrán conocer todas las novedades surgida en el último año y medio en la publicación que Melasis editará en las próximas semanas relativa a los estudios de la biosfera de Gran Canaria, cuyo principal capítulo estará dedicado a este hallazgo, avanzó.
Precaución a los intrépidos
Naranjo reconoció que el grupo de investigadores está “encantado” y pretende continuar con sus trabajos y cuando terminen las investigaciones será el Cabildo de Gran Canaria la institución que decidirá sobre la administración del tubo.
Hoy por hoy, prosiguió, está en condiciones naturales y es importante tener en cuenta que está en un lugar lejano, a dos o tres horas a pie, y de acceso dificultoso, por lo que recomienda mucha precaución a quien insista en acercarse, pues en un tubo tan antiguo la seguridad no está garantizada y no es aconsejable entrar sin un experto y material de espeleología.
“Lo que si recomendamos siempre si alguien se aproxima a la cavidad y tiene interés en explorarla, que sea respetuoso con lo que observa, el tubo tiene un acceso relativamente sencillo en la pared, es una boca relativamente horizontal, luego tiene un estrechamiento que hay que superar y ya dentro no es una cueva cómoda para moverse porque no es muy alta, con sensación de humedad y el calor es elevado”, advirtió.
fuente : http://maspalomasahora.com/
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