viernes, 26 de julio de 2013

La reina del Pacífico será deportada a México en libertad

Sandra Ávila Beltrán saldrá en libertad y será deportada a México una vez que cumpla, el próximo 28 de julio, la sentencia a 70 meses de prisión que le fue impuesta este miércoles por una corte federal de Miami. Beltrán, conocida bajo el alias de la reina del Pacífico, fue detenida en la Ciudad de México el 28 de febrero de 2007, junto a su novio, el narcotraficante colombiano Juan Diego Espinosa, alias El Tigre. En agosto de 2012, fue extraditada Estados Unidos y acusada de conspirar para importar y distribuir cocaína a este país entre 1999 y 2004. Pero estos cargos fueron desestimados y hoy Beltrán solo fue condenada por tratar de evitar la captura de su novio.
La reina ya se había declarado culpable de este crimen. El 23 de abril de 2013, Sandra Ávila Beltrán admitió haber colaborado económicamente para evitar la captura de Espinosa, quien ha sido señalado de actuar como enlace entre el Cartel del Norte del Valle de Colombia y el Cartel de Sinaloa de México. La declaración de Beltrán fue posible luego de siete meses de negociación entre sus abogados defensores y la Fiscalía de Estados Unidos. Por este delito, “asesoría después de un hecho”, el juez Michael Moore la ha condenado este miércoles a 70 meses de prisión (cinco años y ocho meses), que Beltrán ha purgado de antemano en las cárceles de México y Estados Unidos.
“El tiempo de su condena ya se cumplió. Ahora va a pasar a custodia de (las autoridades) de inmigración y luego va a ser deportada a México”, ha explicado a este periódico el abogado defensor Steven Ralls. El domingo 28 de julio es el día exacto en el que Beltrán completará su condena y su deportación se llevará a cabo en los días siguientes, “en no más de un mes”, aspira su abogado. Una vez en México, se reunirá con sus familiares, en Guadalajara.
Las autoridades mexicanas han anunciado que no actuarán en contra de Ávila Beltrán puseto que no existe ninguna investigación ni orden de detención en su contra.
Como es usual, Beltrán entró a la sala erguida y saludó con una sonrisa al público y a los pocos familiares que le acompañaron a escuchar su sentencia. “Estoy muy feliz (por el resultado)”, se limitó a comentar una de sus sobrinas, con lágrimas en los ojos, que prefirió no dar su nombre. “Esta sentencia le dio gusto a Sandra pero a la vez le dio tristeza, porque tuvo que pasar seis años probando su inocencia”, agregó el abogado Ralls.
La extradición de Sandra Ávila Beltrán a Estados Unidos ocurrió el 12 de agosto de 2012. Entre los eventos de los que se le acusaba entonces, estaba el de intentar enviar a Estados Unidos nueve toneladas de cocaína, que fueron decomisadas en el puerto de Manzanillo, la ciudad más poblada del Estado de Colima, ubicada en la costa pacífico de México. Una y otra vez, Beltrán se declaró “no culpable” de estos cargos y el año y medio siguiente, la Fiscalía de Estados Unidos no logró demostrar lo contrario.
Sandra Ávila Beltrán proviene de una familia históricamente ligada al narco mexicano: es sobrina Miguel Ángel Félix Gallardo y familiar por la vía paterna de Rafael Caro Quintero, ambos cofundadores del Cartel de Guadalajara, una de las más grandes organizaciones criminales de México durante la década de los 80, vinculadas con el tráfico de heroína, marihuana y cocaína hacia Estados Unidos. Con los años comenzó a conocérsele como la reina del Pacífico.

No hay comentarios:

Publicar un comentario