UNA CIUDAD EN RUINAS

Pasear por la ciudad de Telde es tanto como pasear por la acrópolis de Atenas que, salvando la distancia y sin menospreciar su valor ancestral,  en este pueblo también estamos rodeados de casas, que un día albergaron a familias y hoy solo son ruinas afeando lo poco bonito que podamos tener.

En cada esquina, en cada calle encontramos más de un inmueble que a duras penas mantiene en pie cuatro paredes, el resto solo son piedras que dejan ver el interior de lo que fue un hogar. Los techos apenas existen y lo poco que queda de ellos se mantiene sobre unos maderos carcomidos por el tiempo.

Cerca del lugar donde vivo se pueden contabilizar hasta cinco de estas casas-ruinosas. Ante este panorama nada agradable me pregunto ¿Qué hace patrimonio al respeto? ¿A caso no se puede contactar con anteriores dueños o herederos que pongan fin a estas ruinas? Creo que no sería tan difícil hacerlo pues, supuestamente, aún en el estado en que se encuentran pagarán el IBI ¿No sería ésta una vía por la que llegar hasta ellos o a caso están exento de este pago?

Si no se pone pronta solución a éste mal, pasaremos a llamarnos la ciudad en ruinas dejando atrás por merito propio lo de Telde gran ciudad.

María Almenara.