Opinión
De acuerdo con el título, la conducción temeraria y agresiva, esta forma de entretenimiento para algunos, se está volviendo habitual en muchas áreas, en los municipios en general.
Además de ser peligroso, es algo absolutamente castigado en el código de circulación, del que muchos se burlan. Hay que atajar este tema de raíz, ya que aprovechando la nocturnidad ponen a prueba sus autos trucados o tocados de motor.
Vehículos de poca envergadura con motores preparados que desarrollan velocidades increíbles y dejan su demostración en rotondas como la rotonda de Jinámar, la que le da acceso al centro comercial El Mirador, donde a veces los fines de semana por la noche se escuchan los chirridos de neumáticos.
Y donde los vecinos del valle están escuchando y esperando escuchar un golpe seco, porque al escuchar esa acción no sería para menos. Hoy día es más importante presumir del auto más potente que pensar que les pueden costar la vida a ellos mismos o a los usuarios de la vía. Esto segundo les puede costar enfrentarse a un problema judicial y arruinar sus vidas.
La poca presencia policial les conviene, por eso tienen vía libre para sus demostraciones innecesarias, peligrosas y absurdas.
Artículo de opinión Joaquín Santana
No hay comentarios:
Publicar un comentario