lunes, 18 de marzo de 2024

Las mascotas son inocentes.

 


Estas letras va dirigida a los habitantes del municipio de Telde, principalmente a los habitantes del valle de Jinámar y a toda la isla de Gran Canaria en general.

 Da vergüenza caminar por nuestras calles llenas de excrementos de animales, principalmente de perros.

 Debemos saber convivir en sociedad y eso es demostrar que sabemos llevar un orden para que nuestra ciudad y nuestro barrio sean admirables y también para que nuestros barrios queden limpios de infecciones e impurezas, calles donde juegan niños, donde caminan ancianos, donde caminan toda clase de personas sin diferencia alguna, personas en sillas de ruedas, personas en muletas.

Caminar por nuestras calles se ha convertido en un puro campo de minas lleno de caca y orines de perro. Si seguimos como estamos siguiendo, verán que llegarán a prohibir que tengamos una mascota en casa. Nos obligarán a que si queremos tener una mascota, tengamos que tener un sitio adecuado para ello y no nos dejarán sacarla a la calle. ¿Por qué no se puede vivir de esta manera rodeado de basura? Vamos caminando por nuestras calles y encontramos latas, papeles, cigarros, toda clase de residuos. Señores, ¿qué pensamos? ¿Qué pensamos? Luego nos compramos la bolsita para los perros para recoger las cacas y cuando nos damos cuenta, ¡eh!, ya han recogido la caca y la han tirado con la bolsita justamente donde la han recogido. Esto no es lógico, no es lógico. Sean conscientes de lo que estamos haciendo. Hay cacas de perro que ni siquiera el barrendero las recoge, enormes cacas de perro. Esto es increíble, es increíble, un sin vivir. Los malos olores... Si no cuidamos nosotros nuestro barrio, no nos cuida nadie.

 

Seamos cívicos, seamos gente honorable, seamos buena gente. No pensemos que ya vendrán a recogerla, es nuestra obligación recogerla. Yo también tengo mi perro y me gasto mi dinero en bolsas y nunca podré decir que mi perro ha dejado nada atrás. Llevo mi botella de agua con producto para poner cuando el perro orina en cualquier esquina y yo automáticamente le echo un chorrito de producto para que no dé olor. Señores, seamos cívicos.

 

Sabemos los impedimentos que ya nos ponen, restricciones del animal que podamos tener o no podemos tener. Si esto sigue a debate, les puedo decir que algún día nos prohibirán hasta tener un perro o un gato en casa y luego nos tiramos manos a la cabeza, pero ya será tarde. Y no, nunca tenemos nosotros la culpa. Sí, sí, señores, culpables somos nosotros. Los animales, biológicamente como sea, tienen que hacer sus necesidades, y ellos no tienen culpa de nada. Si no queremos tener esa responsabilidad, no tengamos mascotas.

 

Joaquín Santana

RedactorTH

 

¡Ellos no tienen la culpa, métetelo en la cabeza!

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