Me da pena por él. Yo, que soy un madridista confeso, creo que no se merece lo que le
está pasando a Xavi Hernández, entrenador de la sombra que fue aquel Barcelona. Ya escribí
hace años que, para mí, ha sido el mejor jugador español de la era moderna.
En algún ladollegué a publicar que yo era del Real Madrid, de Cristiano, de Messi y de Xavi. Fue el director,
batuta en mano, de aquella selección de fútbol que nos trajo las dos Eurocopas y el Mundial
del 2010. El que hizo buenos a Casillas, Iniesta, Piqué, Pujol, Sergio Ramos, David Villa,
Fernando Torres y al canarión David Silva. Él era el que ponía la armonía que todos
interpretaban. Eso sí, tuvo una banda de virtuosos con el que todo capitán soñaría.
Ahora toca dirigir una banda con buenos músicos, pero que suenan como si no
ensayaran nunca. Este Barcelona, a veces, roza el ridículo. Otras, como en la final de la
Supercopa, lo abrazó con todas sus fuerzas tras la humillación a la que le sometió el equipo
merengue. Y Xavi se derrumbó. Ha contado que ese fue el día en que no pudo más. Se vio sin
fuerzas de conseguir que el equipo de su vida (y su corazón), que estaba en el carril
equivocado, enderezara el rumbo. La xabineta, la camioneta de Xavi en la que querían subir a
los mejores jugadores de Europa, esa que decían que iba a circular a toda velocidad por la
autopista, resulta que tiene dañada la junta de la trócola. Al final, esta semana, un Xavi
desmoralizado y falto de fuerzas, anuncia que dejará el banquillo culé el próximo 30 de junio.
Y, ahora, mi opinión como futbolero que soy. Se buscan culpables. Laporta, los
jugadores, las directivas anteriores o el propio Xavi Hernández están en el punto de mira. Y
creo que al pollo lo han matado entre todos. Desde los cheques en blanco que le firmaron a
Messi y que debilitó las arcas, todo ha ido mal. Si hay que decirlo, se dice. Messi quebró al
Barça. Tras ello, Laporta empezó a tirar de palancas hipotecando el futuro de la entidad. A
saber cómo acabe esto, porque les pueden pasar factura por el “fair play” financiero. Al
tiempo. Los jugadores no están rindiendo. Eso es evidente. Yo creo que quizás porque el
equipo está descompensado más que por falta de implicación, como dicen muchos. A Busquet
lo despedazaron hasta el punto que tuvo que salir por patas y, ahora, resulta que, para mí, es
el único que podría reorganizar este equipo. No han encontrado quién haga lo que el hizo,
genial, durante tantos años. No le tuvieron respeto y lo están pagando.
Y, para ir acabando, Xavi también tiene culpa. El equipo se le ha quedado grande, muy
grande. No supo hacer un equipo cohesionado al principio de temporada. Tácticamente, ha
habido partidos que los ha echado a perder. Lo que me parece más grave, no ha encontrado la
fórmula para que a la defensa no le ataquen los indios desde la colina y se vean rodeados y sin
saber como parar los ataques. Está claro que un mediocentro defensivo es imprescindible en
un equipo acostumbrado a atacar y que los equipos le salgan al contraataque. Ancelotti, en un
ratito de nada, le planto en la cara a Xavi cual era el grave error que estaba cometiendo. El 30
de junio se va sin haber sabido gestionar los egos de tanta estrella. No ha trascendido todavía,
algún día en “Universo Valdano” nos enteremos de lo que está pasando en el vestuario,
porque les aseguro que algo pasa y gordo. Y Xavi, me da pena, porque se ve que ha tirado la
toalla. Los pesos pesados de la plantilla ya no le respetan y, para eso, lo mejor es lo que hará:
“puerta y hasta luego, Lucas”.
Más noticias en: https://luisalbertoserrano.wordpress.com/finde-nius-3
Escúchalo en el podcast:
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