martes, 23 de enero de 2024

VIVIENDAS ABANDONADAS


Llamarlas viviendas es un eufemismo ya que en la gran mayoría no pueden vivir ni los

ratones.

Estas son casas que después de haber fallecido los propietarios quedan a mano de los

herederos que si son muchos jamás llegan a un acuerdo, pues todos pretenden coger una

buena tajada aunque nunca se preocuparan por los que allí vivieron. Con el paso de los

años aquella vivienda pasa a ser un atractivo para los okupas.

Si nos damos un paseo por la ciudad, podemos encontrarnos con este panorama nada

agradable y que dice bien poco del que hacer de nuestros políticos ya que creo que en sus

manos está el hacer desaparecer este feo aspecto que no favorece ni al visitante ni a las

personas que vemos como cada día son más las viviendas abandonadas, convirtiéndose en

un foco de basura donde anidan ratones y palomas que con sus excrementos afean y

estropean todo lo que está a su alcance.

Aseguraría que, aún en el estado en el que se encuentran, los herederos tienen que hacer

frente al recibo del IBI, por eso me pregunto que no sería difícil ponerse en contacto con

ellos para exigirles que la derriben por completo o que se hagan cargo de repararlas, con lo

que se evitaría la entrada de personas ajenas a la propiedad con el riesgo que esto conlleva.

María Sánchez.

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