Como todos sabemos, apenas ha bajado la curva de la pandemia cuando nuestros insignes políticos, han decidido darnos permiso para que, a partir del jueves día diez, podamos pasearnos por la calle sin la mascarilla.
En medio de un debate parlamentario, se ha llegado a esta solución no aprobada por aquellos que saben de salud más que nuestros políticos.
Si desde que era obligatoria en las calles, vemos a muchas personas saltarse a la torera esta norma, que Dios nos libre ahora.
Bien sabemos que por el interés te quiero Andrés. A nuestros gobernantes les importa más los votos de la hostelería y restaurante, centros de ocio que la vida de los españoles. ¿Por qué no piden asesoramiento a médicos y personal hospitalario, aquellos que cada día se juegan la vida por salvar la de un enfermo de COVID. Que les pregunten lo que sienten al ver como una vida se les va de las manos sin poder hacer nada.
No estoy en contra de los comercios de restauración o la hostelería pues ellos tienen que pagar los impuestos y son los que dan trabajo a gran cantidad de personas.
Solo deseo que en apenas uno o dos meses no pasemos a la séptima ola y luego a la octava y así sucesivamente como si de un serial se tratara.
Mary Almenara.
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