lunes, 24 de enero de 2022

David Bramwell, el portero del Cavern Club que se enamoró de la naturaleza canaria por juanglujan

                         

Con la muerte de David Bramwell Gran Canaria y Canarias pierden a un referente en la protección de la naturaleza y en la investigación. Un británico que eligió esta isla y que se convirtió en el alma del Jardín Botánico Viera y Clavio, que dirigió entre 1974 y el año 2012 David Bramwell tenía  claro que este pulmón verde de Las Palmas de Gran Canaria es uno de los jardines botánicos más singulares del mundo.

Tuve la oportunidad de entrevistarlo en varias ocasiones en la radio. La última vez fue una entrevista para una guía del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. En la conversación hace algunos años Bramwell me  recordaba  que cuando sucedió en la dirección al fundador del Jardín Canaria,  Eric Sventenius (con quien hizo muchas excursiones por varias islas para recoger plantas endémicas que enviaban al Jardín Canario),  tuvo que defender en varios congresos internacionales la filosofía de este jardín botánico, porque “era la primera vez que las plantas endémicas eran las protagonistas de un jardín botánico, lo habitual era que los grandes jardines del mundo de Reino Unido, Estados Unidos, Japón…se hicieran con plantas exóticas de África y Latinoamérica”.

David Bramwell nació en Liverpool, siempre fue un hombre alto y fuerte, uno de sus primeros trabajos mientras estudiaba Botánica fue como guardia de seguridad en la puerta del Cavern Club, en el número 10 de Mathew Street, en Liverpool. El mítico local donde se presentaron The Beatles. Mantuvo el contacto con guitarrista y cantante George Harrison, que tenía un jardín botánico en su casa en las afueras de Londres. Bramwell conocía esa afición y lo convenció para par ticipar como consejero en la Botanic Gardens Conservation International (Red Mundial para la Conservación de Jardines Botánicos). Esta prestigiosa organización internacional ha celebrado varias reuniones en Gran Canaria, sus científicos han recorrido el Jardín Viera y Clavijo y han valorado su riqueza natural y su originalidad.

 El Jardín Botánico Viera y Clavijo le debe mucho a Bramwell, que logró consolidar este espacio como un sitio de investigación y también como un gran atractivo turístico de nuestra ciudad. Es una demostración del atractivo de la naturaleza canaria, nuestro país a lo largo de los siglos ha atraído a aventureros, exploradores, científicos y naturalistas. Hasta Charles Darwin contó en su Diario del viaje de un naturalista alrededor del mundo que quiso visitar las islas Canarias pero cuando llegó al puerto no lo dejaron bajarse de su barco por temor a que los pasajeros estuvieran contaminados del cólera. No pudo Darwin, pero afortunadamente el sueco Eric Sventenius y el británico David Bramwell sí pudieron llegar y quedarse, y contribuir a la creación y consolidación de este tesoro natural llamado

@juanglujan

 

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