jueves, 25 de noviembre de 2021

NO TE CALLES MUJER

 


No calles cuando, sus manos como zarpas, caigan sobre tu cuerpo, cuando de su boca salgan  palabras de amenazas.

No guardes silencio cuando al llegar a casa te salude abofeteando tu cara y de su boca broten palabras que hieren como puñales.

Grita cuando pretenda pisotear tu cuerpo como animal rabioso creyéndose poseedor de tu vida y de  tu cuerpo.

No disimules tus heridas ni tu tristeza con falsas sonrisas, habla mujer grita al mundo lo que estás sufriendo al lado de tu verdugo.

María Sánchez.

 

 

Hoy se celebrará el día mundial contra la violencia de género. Muchas veces nos preguntamos cual es la razón por lo que estos acontecimientos tienen un día señalado para ser  conmemorados.

 

 

El que se eligiera este día de noviembre no es casual. Esta fecha recuerda  el asesinato en 1960 de las hermanas Mirabal, conocidas como las mariposas, militantes opositoras a la dictadura de Leónidas Trujillo, a partir de ahí se estableció esta fecha en honor a ellas.

Estas hermanas fueron asesinadas por estar en contra de una dictadura política. Las mujeres de este país también fueron silenciadas por la dictadura que ponía una mordaza en su boca. 

Cuando una mujer iba a denunciar los malos tratos que le ocasionaba el marido, no había una mano amiga que la ayudara, por el contrario, escuchaba la voz fría y dura del guardia que le decía “algo habrá hecho usted para que el le pegue” y esa mujer marchaba en silencio a vivir de nuevo con su verdugo.

Una mujer no solamente sufre violación física, también la sufre psicológicamente cuando es humillada  por el marido o compañero con palabras que denigran su honor.

En pleno siglo XXI se hace difícil comprender que aun  tengamos que celebrar este día y que cada año se contabilicen más mujeres violadas por uno o más hombres y que todavía una parte de nuestra sociedad vea justificada la violencia. 

Es triste leer que un niño de 14 años ha violado a una niña de doce, es doloroso saber que un hombre, por llamarlo de alguna manera, violó a una niña o niño de su propia familia.

Una de las razones para que se lleven a cabo hechos  tan denigrantes puede estar en la desigualdad de poder entre el hombre y la mujer. Aunque no sucedía en todos los hogares, si era costumbre en muchos considerar al varón como ser superior al que correspondían todos los derechos.

Por desgracia observamos  que hay un retroceso hacia aquellas costumbres que ya tendrían que haber quedado atrás, que la juventud está retomando que el hombre es dueño y señor de la mujer. 

Esto se ha convertido en un problema fundado dirigido hacia las mujeres, con el objetivo de mantener a estas subordinadas al género masculino. 

Desgraciadamente este desequilibrio no se da solo en el ámbito doméstico, lo encontramos también en el laboral. La prueba más concluyente podemos verla en lo que separa el salario de un hombre al de una mujer. A esta, aun ejerciendo el mismo trabajo, se le reduce el sueldo de una manera considerable.

Pero, no es solamente en lo que a lo económico se refiere, hay diferencias en temas de diferentes vertientes; la sexualidad, donde el varón siempre tuvo carta blanca a la hora de tener relaciones. Económica; la mujer no podía ser titular en una cuenta de ahorro, e incluso cultural ya que en muchos hogares se marginaba la educación de la mujer en favor de la del hombre. Esto afecta a las mujeres desde la infancia hasta edad avanzada.

Esperemos que cada vez sean menos las mujeres violadas, asesinadas, vejadas en su dignidad con insultos y menosprecio.

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