Leyendo las últimas noticias relacionadas con las exigencias de un grupo de mujeres musulmanas, me reafirmo en lo que expuse en uno de mis artículos anteriores.
Según las noticias estas mujeres protestan ante Cáritas Diocesanas porque, según ellas, están cansadas de comer siempre lo mismo o sea se quejan de que solo les ponen macarrones cada día, cosa que dudo y mucho.
No desconozco que las razones que las han traído a España son muchas y muy duras, pero de ahí a que protesten por lo que se les ofrece para comer me parece una sin razón.
En Epaña les estamos pagando medicina, educación para sus hijos y preparación a los adultos para posibles trabajos, han olvidado también que a cambio de todo lo enumerado, ellos no aportan gran cosa a la comunidad española por el contrario, se mantienen encasillados en sus costumbres, haciendo bien poco por integrarse en el país que les ha dado asilo.
Comprendo que encontrar trabajo no es tarea fácil para nadie, comprendo que la gran mayoría de estas personas están viviendo irregularmente en nuestro país, lo que no comprendo es el por qué si no les gusta la comida que les ofrece una ONG católica no la piden en una de sus mezquitas.
María Almenara
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