20 N. Aniversario del fusilamiento de José Antonio Primo de Rivera, una Biografía Apasionada
José Antonio Cabrera. ASSOPRESS
José Antonio Primo de Rivera y Sáenz de Heredia nació en Madrid el 24 de abril de 1903 y murió fusilado en Alicante el 20 de noviembre de 1936, cuando contaba con 33 años de edad.
Fue un abogado y político, Diputado a Cortes por Cádiz, fundador de la Falange Española, e imprimiría a su partido un lenguaje entre místico, poético y militar; primogénito del Jefe del Gobierno de entonces Miguel Primo de Rivera y Orbaneja, un Teniente General que fue Capitán General de Valencia, Madrid y Cataluña.
José Antonio decidió entrar en política para defender la memoria de su padre,
En el año de 1936 el gobierno de izquierdas declaró ilegal a la Falange como responsable de desórdenes públicos, y encarceló a su jefe, José Antonio Primo de Rivera. Cinco meses más tarde tuvo lugar el golpe de Estado militar encabezado por los generales Emilio Mola y Francisco Franco, con el que dio comienzo la Guerra Civil (1936-39). El gobierno republicano, consciente de la connivencia de la Falange con los golpistas, trasladó a José Antonio de Madrid a una cárcel más segura en Alicante, donde fue condenado a muerte por un tribunal popular y fusilado.
Los militares alzados en armas contra la República no hicieron nada por salvar la vida de José Antonio, cuya muerte en plena juventud les suministró un mito heroico ampliamente explotado en los años siguientes; al mismo tiempo, la desaparición de José Antonio eliminó del bando rebelde al único líder con carisma que podía hacer sombra a los militares, dejando el camino expedito para la conversión de la Falange en partido único del régimen (unificada con los tradicionalistas formando FET de las JONS), una Falange domesticada y desprovista de su mística revolucionaria inicial, con Francisco Franco como jefe nacional.
Su imagen idealizada, fue honrada durante la contienda por el Régimen del General Franco,
que lo convirtió en icono y mártir al servicio de la propaganda del
instaurado Movimiento Nacional. Tras su muerte, silenciada esta en el
bando nacional, se le llegó a conocer como «el Ausente».
Terminada la guerra, su nombre encabezó todas las listas de fallecidos y la inscripción «José Antonio ¡Presente!» se podía encontrar en los muros de muchas iglesias españolas.
Ostentó en vida el título nobiliario de III Marqués de Estella, con Grandeza de España.
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