A LOS PADRES
Yo crecí en silencio junto a ti,
aprendiendo cada día
el arte para honradamente vivir.
Yo crecí en silencio junto a ti
y en silencio también aprendí,
el arrumbar de tu ejemplar vivir.
Yo crecí en silencio junto a ti,
y en silencio observaba la paternal
complicidad con que me mirabas.
Yo crecí en silencio junto a ti
y en silencio insistente te pedía…
No me dejes nunca sólo Papá,
ayúdame, quiero ser como tú.
Hoy día de té onomástica,
claro veo como desde estés,
me envías esa paz y amor,
para con los demás compartir.
Con alguna arruga y pelo cano ya,
en silencio me hace feliz el recordar,
todo lo mucho y bueno que de ti aprendí.
Por ello de nuevo te quiero decir...
¡Felicidades Papá!
Gracias por hacerme tan feliz..
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