(Los firma con su conocido seudónimo literario... ¡QUÉ COSAS!)
CADUCIDAD DE LA VIDA
En aquellos tiempos
hablábamos algunas noches
junto a los veriles humedecidos
por la mar en franca retirada.
Solo nos apetecía soñar
con el espacio y el tiempo del amor,
el cual creíamos
el centro del todo por Él creado.
Dejábamos intencionadamente
que nuestras almas,
convergieran en todo
menos en hacerse mayores.
La pureza de nuestras frescas palabras
y las cómplices miradas que intercambiábamos,
eran como las del arco iris en el cielo
cuando anuncian el final de la lluvia.
Como estar en fuga constante de lo terrenal,
mientras intentábamos dinamitar toda duda,
que en nuestro cariño pudiera presentarse.
Sabíamos que al amanecer de los tiempos,
no volveríamos a pescar ilusiones
sin redes ni aparejos.
Porque el amor que todo lo puede,
no podría retener las horas de la vida,
que como fuego voraz todo lo consume.
Escaparnos de los días de aquello recuerdos,
dinamitando las dudas que iban apareciendo,
para permanecer como jóvenes enamorados,
es algo que ya se nos tiene negado.
para parecer como jóvenes enamorados es algo que se nos tiene negado. A veces los poemas se hacen realidad en la vida. y la misma vida nos da y nos quita,si al menos pidiera permiso,cuantas veces le cerrariamos la puerta
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