Mary Almenara.
Las nuevas tecnologías llegaron para quedarse entre nosotros haciéndonos más fácil la vida en muchos aspectos, pero no en todos.
Antes que nos visitaran el wuasap, los email o los SMS utilizábamos el teléfono para hablar con familiares y amigos, llamándolos casi cada semana ya fuera para interesarnos por su salud o para quedar en su casa o la nuestra y tomarnos un buen café.
Sin embargo, como digo al principio las novedades de la tecnología nos ayudan en muchos momentos, pero también han hecho que poco a poco vayamos alejándonos físicamente de las personas.
Antes felicitábamos a nuestros seres queridos visitándolos o haciendo una llamada de teléfono, hoy en cambio lo hacemos por wuasap y si podemos que sea por audio, para hacerlo más rápido.
Parece que cada día vamos perdiendo la buena costumbre de escribir, y ya no digamos lo de escribir una carta o postal en Navidades, nos cuesta hasta poner un comentario en el Facebook, ahora nos limitamos a poner stickers o un dedito hacia arriba. Esto, para la persona que ha puesto un texto hablándonos de algo importante, es una gran decepción que le pone la moral por los suelos.
Y esto, desgraciadamente, está repercutiendo en la juventud donde según podemos ver es un problema que crece cada vez más.
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