Opinión.
por juanglujan
En
estos tiempos que nos toca vivir, se acentúa la necesidad de empezar a
definir una alternativa que ayude a compensar las terribles
consecuencias de esta pandemia y nos permita ir configurando el nuevo
futuro. Más allá de la principal obligación de “no dejar nadie atrás”,
expresada en vigorosas políticas de Servicios Públicos Universales y de
comenzar a enhebrar la imprescindible Sociedad de los Cuidados.
¿Y NOSOTROS AQUÍ EN CANARIAS?
Hemos
visto que el Gobierno isleño acaba de precisar que su apuesta
fundamental, la que va a definir un antes y un después de nuestra
historia, es poner dos ferrocarriles, uno hasta el Sur de Tenerife y
otro hasta el Sur de Gran Canaria. Se acabaría así con los graves
problemas de la movilidad y se alcanzaría la modernidad
¿Les suena a algo verdaderamente nuevo y original?
¿Verdad que no?
Y es que desde principios de este siglo XXI se viene dando vueltas a esta historia sin que nunca llegara a cuajar
¿Y ahora, en pleno mes de Agosto, por qué sí?
El
Gobierno y los Cabildos capitalinos han visto que nos ha caído la
lotería del Euromillón y que, por fin, apareció el famoso helicóptero
dejando caer billetes y billetes...
Se
les ha hecho la boca agua y dicen que, ahora sí, van a pasar a la
historia como los traedores de la modernidad. Y del Plan de Recuperación
de la UE de 750.000 M€, de los que España pecibirá unos 140.000M€ (más
de la mitad a fondo perdido), ya están pidiendo la enormidad de “algo
más” de 3.800M€ para los dos trenes. Esta cifra estratosférica rondaría
en la práctica el 10 % del PIB canario y superaría la totalidad de los
recursos que pudieran llegar a las islas.
Como
se sabe, esta idea estaba en la práctica aparcada. Incluso el
Presidente del Cabildo de Tenerife insistía, el pasado mes de Febrero,
que no era ninguna prioridad, que tardaría más de 20 años y que la
solución al problema de la movilidad insular no podía esperar.
Es
más, ni en el Informe de la Comisión al Parlamento Europeo sobre la
“Estrategia Renovada… de las RUP”, ni en el “Anexo sobre su Apliacación a
Canarias” (ambos de fecha 23 de Marzo de este mismo año!!) se dice una
sola palabra de los trenes. Lo mismo pasa en la Declaración Final de la
XXIV Asamblea de Presidentes de las RUP (Febrero de este año) donde
tampoco se mencionan los trenes.
Se
recuerda todo esto para comprobar que el proyecto de los trenes ya se
daba por superado y metido en el cajón del olvido. Pero cayó el
Euromillón y empezaron las carreras…
¿TIENEN SENTIDO LOS TRENES AQUÍ Y AHORA?
1).
Lo primero a resaltar es que su elección supondría gastar la totalidad
de los recursos que pudieran llegar del Plan de Recuperación de la UE,
el mayor esfuerzo financiero plurinacional después del Plan Marshall. Y
todo se quiere concentrar en construir ferrocarriles solo en dos de las
siete islas del Archipiélago. Cuando las prioridades definidas por la UE
van en otra dirección, en concreto: “la transición ecológica, la
respuesta climática y la digitalización de la economía”
2).
Se trata de costosísimas infraestructuras que van a discurrir a todo su
largo, en paralelo y duplicando a la formidable red de autopistas,
construida en los últimos tiempos, todo hay que decirlo con recursos
europeos.
3).
La solución al problema de la movilidad que se propone repite la misma
fórmula que se ha venido haciendo hasta ahora, sin resultados prácticos a
medio plazo: la construcción de más vías de rodaje.
4).
El problema que pretenden resolver los dos trenes (eso sí reconociendo
la apuesta que se hace por el transporte colectivo) no tiene en cuenta
las últimas y más valoradas propuestas de movilidad. Las que afrontan la
nueva complejidad. Donde también hay que estudiar y valorar las pautas
de comportamiento social, el establecimiento de horarios laborales y de
enseñanza, el urbanismo de proximidad y las ciudades inteligentes.
Porque la solución más eficiente y razonable no es construir obras
faraónicas ni replicar infraestructuras. Porque si el problema básico es
la congestión de tráficos, lo que hay que hacer es reorganizar los
flujos y los modos de transporte. Desde pautas de comportamiento social
con la motorización privada, hasta preferencias en tiempos, carriles,
etc. Que es lo que se viene ya haciendo en las principales Ciudades y
Áreas Metropolitanas del mundo más avanzado. Es cierto que esta
propuesta de solución es compleja, sobre todo frente al sencillo trámite
de gastar el euromillón, contratando la construcción y la compra del
material de transporte. Lo que se llama “obra con llave en mano”. Se
paga y punto. Y algo muy importante, sin tener en cuenta el tremendo
impacto medioambiental que se genera. Porque los elevados costes de
establecer líneas de trinchera y ruptura a lo largo del territorio son
permanentes y definitorios.
TRENES VERSUS SISTEMA ENERGÉTICO LIMPIO, RENOVABLE, BARATO Y NUESTRO.
En
mi opinión, el coste más elevado y que lo hace del todo insoportable es
el Coste de Oportunidad de los trenes. Porque con esa fortuna se podría
instalar el Nuevo Sistema y alcanzar la plena Soberanía Energética . Y
podrían cosecharse sus enormes ventajas estratégicas y de futuro.
Porque
A).
Abandonaríamos el gigantismo y las desmesuras. Las propias de la etapa
del Crecimiento Continuo. Ni más puertos (Fonsalida, Agaete…), ni más
pistas de aterrizaje (Gando, Tenerife Sur), ni más pesadas
infraestructuras viarias (los anillos insulares), ni más macroproyectos
técnicamente obsoletos en medio de la zona más salvaje (Chira-Soria), ni
más trenes. La nueva propuesta energética se tendrá que basar en redes
más que en grandes centros neurálgicos. En el desparrame por el
territorio más que en concentraciones localizadas de producción y
almacenamiento, de forma que no pudieran volver a producirse los
tremendos apagones, recordemos el último que dejó a oscuras a toda
Tenerife. No es este lugar para otra cosa que no sea subrayar que los
principales centros y redes deberían ser públicos.
B).
Abandonaríamos las tradicionales formas de inversión pública. Hasta
ahora la preocupación política más generalizada, sobre todo en el último
medio siglo, era la de construir caminos, canales y puertos. Es más,
eso era lo que la opinión pública esperaba y aplaudía cuando se cortaba
la famosa cinta de la inauguración. Con la diferencia que ahora en vez
de empichar carreteras, se colocarían raíles.
C).
Dejaríamos al margen lo que no es adecuado en los territorios isleños.
[Porque hay que recordar que “nuestros trenes” llegaron como a todas
partes en la segunda mitad del XIX, en nuestro caso en forma de vapores y
paquebotes]. Porque así como el transporte marítimo y aéreo son
imprescindibles para las islas, sobre todo cuando se trata de
Archipiélagos, el transporte ferroviario en territorios pequeños y de
corto recorrido, es ineficiente.
D).
Apostaríamos por lo que hoy constituye el nuevo paradigma y
comenzaríamos a sustituir el Crecimiento Continuo por la Sostenibilidad.
Hablando por ejemplo de nuestro actual monocultivo, es bueno tener
presente que su crecimiento consistió en continuar construyendo hoteles y
apartamentos siempre sobre nuevo suelo “virgen” y dejando atrás “tierra
quemada” que iban convirtiéndose en guetos y zonas en degradación. Ya
una parte del empresariado turístico más inteligente comienza a superar
este círculo vicioso. Pero, a partir de ahora, la sostenibilidad exige
mantener, reparar, modernizar, en definitiva CUIDAR lo existente.
E).
Tenemos que eliminar la actual política energética de las renovables
que viene permitiendo el mayor expolio de nuestros recursos primarios.
La apropiación por parte de las empresas trasnacionales globales (Red
Eléctrica, Endesa, Repsol, Hiberdrola, Gas Natural…) de los beneficios
que obtienen aprovechando nuestras energías. Es una barbaridad social y
política. Pienso que hay que seguir repitiéndolo. Esas empresas no están
produciendo energía, solo están aprovechando las energias naturales que
ya existen en nuestro suelo, nuestro aire, nuestro cielo y
nuestro
mar. Y las autoridades canarias permiten eso y mantienen la situación
de Dependencia Absoluta, por mucho que algunos se refieran a
¿¿¿Soberanía Energética???
F).
A diferencia de los ferrocarriles, cuya capacidad de producir efectos
de arrastre es ínfima (por ejemplo, nadie en su sano juicio plantearía
fabricar aquí material ferroviario), el sector de las Renovables tiene
enormes efectos multiplicadores y de arrastre. El más importante para la
sociedad canaria es el de la creación de empleo cualificado. Aún más,
de acuerdo con las nuevas posibilidades de producción industrial
(empezando por las impresoras de tres dimensiones…) es factible iniciar
la fabricación gradual de componentes de todo tipo. Así como la
investigación sobre mejora de aprovechamientos de todas nuestras fuentes
primarias. Incluso si se habla de sus beneficiosos efectos sobre el
turismo, un sistema canario energético limpio supondría probablemente el
mejor reclamo de un destino turístico, “libre de contaminación”.
G).
Situaría a Canarias como centro neurálgico del Atlántico Medio en el
conocimiento, fabricación y asesoramiento de la producción de energía
limpia y agua potable (la dualidad). Las dos grandes necesidades que,
según los Organismos Internacionales, van a acaparar la atención mundial
en las próximas décadas. Esta situación estratégica aportaría valor a
nuestra Renta de Situación. Todo esto contrasta con las potencialidades
de los trenes que, en este aspecto fundamental, son nulas.
H).
Hablando de rentabilidad económica y social, la económica de los trenes
está por ver. Y la social, estaría dependiendo mucho de la nueva
concepción de la movilidad de los automóviles. Si hablamos de las
Renovables, su rentabilidad económica está garantizada porque la demanda
energética de las islas se mantendrá en el futuro y la posible
importación de electricidad desde África no está en el horizonte. Es
más, todas las inmensas ganancias que hacen que el lobby de las
energéticas sea de los más poderosos del mundo, serían tratadas como
procedentes de bienes públicos y entrarían en la renta colectiva de la
sociedad canaria.
¿COMIENZA UNA NUEVA ERA?
Con
la propuesta de los trenes no va a empezar nada cualitativamente
diferente. Se trata de duplicar vías de transporte por problemas de
congestión de las actuales. Y la solución que se aporta es la de
siempre: nuevas infraestructuras (ahora en paralelo a las autopistas ya
existentes). Además con una inversión estratosférica y nunca imaginada.
Además se trata de un asunto que ya estaba aparcado en el cajón del
nunca jamás. Pero ha revivido como Lázaro, no a las palabras de Jesús
sino a la caída del euromillón
Con
los trenes, la situación actual de dependencia exterior canaria se
mantendría y puede que se incrementara. Por el contrario, si fuéramos
capaces de imaginar, pensar, proyectar y construir con ese mismo dinero
un sistema energético limpio, renovable y nuestro…
Si,
por primera vez en nuestra historia, nos atreviéramos a liderar la
sustitución del viejo modelo de quemar fósiles, por el renovable, limpio
y NUESTRO…
Daríamos
un tremendo salto como pueblo y comenzaríamos a poder entablar una
situación de interdependencia equilibrada con el resto de los pueblos.
En una sociedad que afronta problemas planetarios que habrá que resolver
a ese nivel, pertrechados con la ya vieja consigna de “piensa
globalmente, actúa localmente” sí pudiéramos decir que nos ponemos en el
pelotón de cabeza de los que van conquistando esa Nueva Era. En donde
en vez de crecer con desigualdades como hasta ahora, nos dediquemos a
cuidarnos y a cuidar la Madre Tierra.
*Antonio
González Viéitez es economista. Profesor de la Universidad de Las
Palmas de Gran Canaria jubilado. Senderista y conversador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario