La Aldea no se merece, al igual que en ningún otro municipio, que se les sumen más desdichas a las que ya se arrastran, paro, lejanía, despoblación…
El 10 de enero estuvo en los estudios
conmigo, Pedro Suárez, portavoz y candidato a la Alcaldía en las
elecciones pasadas por Nueva Canarias en el municipio de La Aldea. Él
nos hizo un recorrido de las diferentes cuestiones que considera que no
funcionan en el municipio aldeano, prevalecía una que ya le preocupaba,
pues según nos contaba, los vecinos de La Aldea estaban inquietos por
los últimos sucesos de inseguridad que se estaban dando.
Creo no equivocarme si digo que existían
cinco entidades bancarias en activo con sus correspondientes directores
y empleados. Se vivía con cierta bonanza, en La Aldea llegué a ver como
preocupaba la cotización de la libra esterlina. La Aldea, aun sufriendo
el aislamiento al que ha estado sometida, ha sabido sobrevivir y en
algunas cuestiones empresariales, con notas de sobresaliente por su
exitoso ejemplar funcionamiento, como han sido las cooperativas
agrarias.
Después de hablar con Pedro Suárez,
también hombre de confianza en el Cabildo grancanario, en la Consejería
de Soberanía Alimentaria, hablamos con el alcalde, con Tomás Pérez y él
nos decía que, había últimamente alguna intranquilidad pero que no iba
más allá de situaciones puntuales.
Según tengo entendido, el malestar se
hace notorio cuando varias circunstancias se dan la mano. La falta de
agentes de la policía local, demorándose mucho las sustituciones que
deben de darse, creando un vacío importante que la población echa en
falta.
El puesto de la Guardia Civil, en plan
oficina del gobierno, hasta el mediodía y suculum, y parece que tenemos
que darles las gracias porque aún prevalece el puesto en el municipio.
Estas circunstancias mencionadas no serían importantes si no sumáramos
la desgracia del aumento de necesidad en algunos “familios” con cierta
adicción que les hace complicarse la vida y la presencia últimamente de
algunos viejos amigos de lo ajeno que andan respirando los buenos aires
de la libertad.
Un cúmulo de actos y de situaciones que
no siembran tranquilidad alguna entre los vecinos del municipio, máxime
cuando los afectados por algunos altercados provocados, son personas
mayores y con escasa posibilidad de poner resistencia a los amigos de lo
ajeno, aunque algunos lo han intentado poniendo en riesgo su integridad
física, sufriendo cortes de arma blanca.
En La Aldea como en cualquier otro
municipio, aunque posiblemente ahí con algo más de sensibilidad, las
cuestiones que puedan afectar a la imagen del municipio cuando existe
algo que lo puede estar alterando, existen los que creen que deben de
airearlo y los que consideran que es mejor aguantar un poco y
solucionarlo de puertas adentro, no siempre se consigue una cosa o la
otra, la realidad es la que es y todos tenemos que procurar que el daño
no llegue a ningún hogar.
Las autoridades deben de poner la
preocupación vecinal, con las pruebas pertinentes en los despachos de
esas otras instituciones supramunicipales para que se busquen
soluciones, y si se ha hecho, hágase saber, La Aldea no se merece, al
igual que en ningún otro municipio, que se les sumen más desdichas a las
que ya se arrastran, paro, lejanía, despoblación…
Lo que está claro es que, a veces
nuestros mandamases, no los del pueblo, sino los de las instituciones
que pueden poner los medios, Cabildo, Gobierno de Canarias, Delegación
del Gobierno, necesitan que se les haga saber que queremos soluciones,
sea con puesto de 24 horas de Guardia Civiles, completar la plantilla de
la policía local o, mientras, que envíen la policía canaria, que para
algo debe de estar.
fuente: https://canariasopina.com/2020/03/05/el-comentario-pueblo-chico-gente-grande/
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