Marisol Ayala.
Al hilo de lo ocurrido
por la actriz Lola Herrera, acosada por el insistente sonido de un
móvil en plena actuación hasta el punto de verse obligada a abandonar el
escenario, he recordado las muchas faltas de respeto que sufrimos cada
día los ciudadanos por parte de los que saben poco de educación e
invaden nuestras vidas, nuestro espacio de variadas maneras, todas ellas
presididas por una falta de educación y respeto brutales.
Ya nos hemos
acostumbrado a esas conversaciones a voz en grito por el móvil en una
cafetería, en transportes públicos o en la misma calle, conversaciones
eternas, ansiosas y a veces ruborizantes. No hay reparo para mantener
charlas y discusiones poniendo sobre la mesa los trapos sucios de sus
vidas. Pero esa falta de educación no es un hecho exclusivo en la
actuación de Lola Herrera, no, ha tenido la repercusión que ha tenido al
tratarse de una de las actrices más queridas y respetadas y, sin duda,
haber tenido el coraje de abandonar el escenario y contar sus poderosas
razones para dar ese paso. Corte de mangas.
La mala educación se
ha instalado en cada rincón de nuestras vidas y es evidente que llegó
para quedarse. Está visto que no hay edad para la malcriadez, la
grosería y la falta de respeto.
fuente: https://marisolayalablog.wordpress.com/
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