El
Archipiélago cuenta ya con su Plan Regional de Ordenación de la
Acuicultura (Proac) una vez el Gobierno canario ha dado su visto bueno a
dicho documento, un compromiso de este Ejecutivo que estaba recogido en
la Ley de Pesca de Canarias de 2003 y que convierte a las Islas en el
segundo territorio español que tiene esta regulación en vigor.
El antedicho porcentaje supuso un valor
de producción de unos 43 millones de euros (frente a los 31 millones de
la pesca tradicional), el valor de producción más alto de los últimos
años (29 millones en 2014; 34,02 en 2015; 41,48 en 2016; y 43 en 2017).
Las principales especies que se producen son la lubina (5,5 millones de
kilos en 2017) y la dorada (2,3 millones de kilos).
Marco normativo
Los objetivos de este documento, además
de dar cumplimiento a la citada Ley, tienen que ver con generar un marco
normativo para el desarrollo del sector desde un punto de vista medio
ambiental y económico, como fórmula de diversificación de la economía en
el sector primario. Quintero ha agradecido a los técnicos de la
Consejería, así como el resto de las administraciones y los
profesionales del sector, su implicación "en la consecución de este
documento que es un texto vivo que habrá que seguir mejorando y
complementando para que su efecto en el sector sea más positivo si
cabe".
El titular de Pesca del Gobierno de
Canarias ha recordado, además, que el Gobierno "ya forma en sus escuelas
de formación profesional marítimo pesqueras a futuros profesionales
vinculados a la acuicultura, un sector por el que Europa está apostando
de manera muy decidida pues representa el futuro del consumo de pescado
fresco, de manera complementaria a la pesca tradicional".
El presidente de la Asociación
Empresarial de Acuicultura de España, José Carlos Rendón, ha destacado
el futuro de este sector que "es uno de los puntos clave de la llamada
economía azul que impulsa Europa". Rendón ha expresado "el
agradecimiento a la Consejería y sus técnicos por aprobar este documento
que nos da unas reglas de desarrollo para que Canarias deje de estar
desfasada respecto a otras regiones de Europa". Rendón ha anunciado que
el sector "debe ahora junto a las administraciones acelerar el paso para
desarrollar las potencialidades de un sector respecto a la generación
de riqueza y empleo" y ha destacado "las condiciones que tiene Canarias
para el desarrollo de esta actividad" y la implicación de los
empresarios del sector en que éste "sea sostenible medio ambientalmente
no sólo por imperativo legal, sino por nuestro propio interés en que la
actividad se desarrolle de forma positiva".
El propietario de Acuipalma, Jorge
Medina, ha destacado "el esfuerzo de todos por hacer una realidad este
documento" y ha informado de que la acuicultura "va cobrando
importancia, en el Planeta se consume más pescado procedente de esta
actividad que de la pesca tradicional" y ha añadido que este plan
"permitirá a Canarias estar en primer nivel de producción y por tanto es
muy importante tenerlo aprobado".
Viabilidad y respeto al medio natural
El texto pretende impulsar el desarrollo
sostenible de esta actividad, aprovechando sus potencialidades para
generar riqueza y empleo, preservando la calidad medioambiental de la
costa. Desde un punto de vista medio ambiental, está adaptado a toda la
normativa vigente y tiene muy presente su repercusión en el medio
natural. Desde un punto de vista económico, analiza la viabilidad
económica de cada una de las especies que pueden producirse y en qué
lugares es más idóneo las instalaciones.
Además, es fruto del debate y la
participación, además de con las administraciones implicadas, con los
profesionales que de una manera u otra se ven afectados (pescadores,
empresarios del sector, de la industria auxiliar...) y técnicos de las
universidades y los centros de investigación de las Islas.
El PROAC incluye un análisis de las
zonas para el desarrollo de la actividad, un límite máximo de producción
para el Archipiélago, un catálogo de especies permitidas (revisable
mediante informe), un estudio del tipo de establecimientos y, por
último, un manual de buenas prácticas para el desarrollo de la
actividad.
Respecto al primero, se establecieron
diferentes criterios para su clasificación, en relación a la
profundidad, las comunidades marinas existentes en cada zona, las
pendientes o la superficie mínima, así como factores de tipo económico y
social como la cercanía a puertos, existencia de cofradías de
pescadores, dotación de infraestructuras de transportes y
comunicaciones terrestres, o cercanía de suelo de uso industrial o
aeropuerto.
Zonas de Interés
De este análisis, se deriva que las
Zonas de Interés para la Acuicultura (las que presentan una mayor
aptitud para el desarrollo de la actividad desde el punto de
vista ambiental y territorial-socioeconómico) suponen un 9,95% del
total de litoral de las Islas (unas 20.000 hectáreas). Se trata de
zonas con baja biodiversidad, con sustrato, profundidad media y
pendiente adecuados y con características oceanográficas (corrientes,
mareas, vientos y nutrientes, entre otros) adecuadas.
Respecto al límite máximo de producción,
se ha tenido en cuenta la capacidad total productiva de las
concesiones vigentes, que es actualmente de 16.736 toneladas, aunque si
se le suman las concesiones que existen en trámite, la capacidad máxima
productiva ascendería a 29.817 toneladas. Bajo esa premisa, se ha
optado por considerar una estimación realista que en los próximos ocho
años esa producción pueda aumentar hasta las 37.118 toneladas, que se
establece como ese límite de producción. Esta cantidad se obtiene
teniendo en cuenta un incremento de la demanda anual de un 4% para el
mercado interior, un 0,25% para el mercado peninsular y un 15% para el
exterior.
El Plan también incluye un listado con
aquellas especies de interés, desde un punto de vista económicamente
rentable y medioambientalmente sostenible. No están modificadas
genéticamente, para evitar riesgos para las poblaciones locales en caso
de escape, y el listado puede ser modificado cumpliendo una serie de
condicionantes.
Respecto a los equipamientos permitidos,
el documento fija los tipos de establecimientos para la acuicultura,
sus características técnicas y las condiciones de las explotaciones,
pudiendo establecer especificaciones para zonas o especies concretas.
Entre ellos, se encuentran la Jaula marina, la piscifactoría, vivero,
criadero y centros de investigación.
Se establece, además, un plan de
seguimiento que tendrá en cuenta tanto los indicadores de desarrollo de
ejecución del Plan, como los indicadores de sostenibilidad ambiental, y,
por último, un manual de buenas prácticas que establece diferentes
recomendaciones respecto al medio ambiente, gestión del stock,
prevención de escapes (el protocolo se aprobó hace unos meses), la
gestión de residuos o la limpieza y mantenimiento.
El
Archipiélago cuenta ya con su Plan Regional de Ordenación de la
Acuicultura (Proac) una vez el Gobierno canario ha dado su visto bueno a
dicho documento, un compromiso de este Ejecutivo que estaba recogido en
la Ley de Pesca de Canarias de 2003 y que convierte a las Islas en el
segundo territorio español que tiene esta regulación en vigor.
El documento impulsado por la Consejería
de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas viene a regular un sector que
produjo el año pasado algo más de 7.810 toneladas de pescado, lo que
representa un 36,09% de la producción de pescado fresco en las Islas,
frente al 63,91% de lo extraído por la flota pesquera local, según datos
de los puntos de primera venta del Archipiélago que ha hecho públicos
el consejero del área, Narvay Quintero, quien ha manifestado que esta
aprobación supone "el cumplimiento de uno de los primeros compromisos
adquiridos por este Gobierno".
El antedicho porcentaje supuso un valor
de producción de unos 43 millones de euros (frente a los 31 millones de
la pesca tradicional), el valor de producción más alto de los últimos
años (29 millones en 2014; 34,02 en 2015; 41,48 en 2016; y 43 en 2017).
Las principales especies que se producen son la lubina (5,5 millones de
kilos en 2017) y la dorada (2,3 millones de kilos).
Marco normativo
Los objetivos de este documento, además
de dar cumplimiento a la citada Ley, tienen que ver con generar un marco
normativo para el desarrollo del sector desde un punto de vista medio
ambiental y económico, como fórmula de diversificación de la economía en
el sector primario. Quintero ha agradecido a los técnicos de la
Consejería, así como el resto de las administraciones y los
profesionales del sector, su implicación "en la consecución de este
documento que es un texto vivo que habrá que seguir mejorando y
complementando para que su efecto en el sector sea más positivo si
cabe".
El titular de Pesca del Gobierno de
Canarias ha recordado, además, que el Gobierno "ya forma en sus escuelas
de formación profesional marítimo pesqueras a futuros profesionales
vinculados a la acuicultura, un sector por el que Europa está apostando
de manera muy decidida pues representa el futuro del consumo de pescado
fresco, de manera complementaria a la pesca tradicional".
El presidente de la Asociación
Empresarial de Acuicultura de España, José Carlos Rendón, ha destacado
el futuro de este sector que "es uno de los puntos clave de la llamada
economía azul que impulsa Europa". Rendón ha expresado "el
agradecimiento a la Consejería y sus técnicos por aprobar este documento
que nos da unas reglas de desarrollo para que Canarias deje de estar
desfasada respecto a otras regiones de Europa". Rendón ha anunciado que
el sector "debe ahora junto a las administraciones acelerar el paso para
desarrollar las potencialidades de un sector respecto a la generación
de riqueza y empleo" y ha destacado "las condiciones que tiene Canarias
para el desarrollo de esta actividad" y la implicación de los
empresarios del sector en que éste "sea sostenible medio ambientalmente
no sólo por imperativo legal, sino por nuestro propio interés en que la
actividad se desarrolle de forma positiva".
El propietario de Acuipalma, Jorge
Medina, ha destacado "el esfuerzo de todos por hacer una realidad este
documento" y ha informado de que la acuicultura "va cobrando
importancia, en el Planeta se consume más pescado procedente de esta
actividad que de la pesca tradicional" y ha añadido que este plan
"permitirá a Canarias estar en primer nivel de producción y por tanto es
muy importante tenerlo aprobado".
Viabilidad y respeto al medio natural
El texto pretende impulsar el desarrollo
sostenible de esta actividad, aprovechando sus potencialidades para
generar riqueza y empleo, preservando la calidad medioambiental de la
costa. Desde un punto de vista medio ambiental, está adaptado a toda la
normativa vigente y tiene muy presente su repercusión en el medio
natural. Desde un punto de vista económico, analiza la viabilidad
económica de cada una de las especies que pueden producirse y en qué
lugares es más idóneo las instalaciones.
Además, es fruto del debate y la
participación, además de con las administraciones implicadas, con los
profesionales que de una manera u otra se ven afectados (pescadores,
empresarios del sector, de la industria auxiliar...) y técnicos de las
universidades y los centros de investigación de las Islas.
El PROAC incluye un análisis de las
zonas para el desarrollo de la actividad, un límite máximo de producción
para el Archipiélago, un catálogo de especies permitidas (revisable
mediante informe), un estudio del tipo de establecimientos y, por
último, un manual de buenas prácticas para el desarrollo de la
actividad.
Respecto al primero, se establecieron
diferentes criterios para su clasificación, en relación a la
profundidad, las comunidades marinas existentes en cada zona, las
pendientes o la superficie mínima, así como factores de tipo económico y
social como la cercanía a puertos, existencia de cofradías de
pescadores, dotación de infraestructuras de transportes y
comunicaciones terrestres, o cercanía de suelo de uso industrial o
aeropuerto.
Zonas de Interés
De este análisis, se deriva que las
Zonas de Interés para la Acuicultura (las que presentan una mayor
aptitud para el desarrollo de la actividad desde el punto de
vista ambiental y territorial-socioeconómico) suponen un 9,95% del
total de litoral de las Islas (unas 20.000 hectáreas). Se trata de
zonas con baja biodiversidad, con sustrato, profundidad media y
pendiente adecuados y con características oceanográficas (corrientes,
mareas, vientos y nutrientes, entre otros) adecuadas.
Respecto al límite máximo de producción,
se ha tenido en cuenta la capacidad total productiva de las
concesiones vigentes, que es actualmente de 16.736 toneladas, aunque si
se le suman las concesiones que existen en trámite, la capacidad máxima
productiva ascendería a 29.817 toneladas. Bajo esa premisa, se ha
optado por considerar una estimación realista que en los próximos ocho
años esa producción pueda aumentar hasta las 37.118 toneladas, que se
establece como ese límite de producción. Esta cantidad se obtiene
teniendo en cuenta un incremento de la demanda anual de un 4% para el
mercado interior, un 0,25% para el mercado peninsular y un 15% para el
exterior.
El Plan también incluye un listado con
aquellas especies de interés, desde un punto de vista económicamente
rentable y medioambientalmente sostenible. No están modificadas
genéticamente, para evitar riesgos para las poblaciones locales en caso
de escape, y el listado puede ser modificado cumpliendo una serie de
condicionantes.
Respecto a los equipamientos permitidos,
el documento fija los tipos de establecimientos para la acuicultura,
sus características técnicas y las condiciones de las explotaciones,
pudiendo establecer especificaciones para zonas o especies concretas.
Entre ellos, se encuentran la Jaula marina, la piscifactoría, vivero,
criadero y centros de investigación.
Se establece, además, un plan de
seguimiento que tendrá en cuenta tanto los indicadores de desarrollo de
ejecución del Plan, como los indicadores de sostenibilidad ambiental, y,
por último, un manual de buenas prácticas que establece diferentes
recomendaciones respecto al medio ambiente, gestión del stock,
prevención de escapes (el protocolo se aprobó hace unos meses), la
gestión de residuos o la limpieza y mantenimiento.
El
Archipiélago cuenta ya con su Plan Regional de Ordenación de la
Acuicultura (Proac) una vez el Gobierno canario ha dado su visto bueno a
dicho documento, un compromiso de este Ejecutivo que estaba recogido en
la Ley de Pesca de Canarias de 2003 y que convierte a las Islas en el
segundo territorio español que tiene esta regulación en vigor.
El documento impulsado por la Consejería
de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas viene a regular un sector que
produjo el año pasado algo más de 7.810 toneladas de pescado, lo que
representa un 36,09% de la producción de pescado fresco en las Islas,
frente al 63,91% de lo extraído por la flota pesquera local, según datos
de los puntos de primera venta del Archipiélago que ha hecho públicos
el consejero del área, Narvay Quintero, quien ha manifestado que esta
aprobación supone "el cumplimiento de uno de los primeros compromisos
adquiridos por este Gobierno".
El antedicho porcentaje supuso un valor
de producción de unos 43 millones de euros (frente a los 31 millones de
la pesca tradicional), el valor de producción más alto de los últimos
años (29 millones en 2014; 34,02 en 2015; 41,48 en 2016; y 43 en 2017).
Las principales especies que se producen son la lubina (5,5 millones de
kilos en 2017) y la dorada (2,3 millones de kilos).
Marco normativo
Los objetivos de este documento, además
de dar cumplimiento a la citada Ley, tienen que ver con generar un marco
normativo para el desarrollo del sector desde un punto de vista medio
ambiental y económico, como fórmula de diversificación de la economía en
el sector primario. Quintero ha agradecido a los técnicos de la
Consejería, así como el resto de las administraciones y los
profesionales del sector, su implicación "en la consecución de este
documento que es un texto vivo que habrá que seguir mejorando y
complementando para que su efecto en el sector sea más positivo si
cabe".
El titular de Pesca del Gobierno de
Canarias ha recordado, además, que el Gobierno "ya forma en sus escuelas
de formación profesional marítimo pesqueras a futuros profesionales
vinculados a la acuicultura, un sector por el que Europa está apostando
de manera muy decidida pues representa el futuro del consumo de pescado
fresco, de manera complementaria a la pesca tradicional".
El presidente de la Asociación
Empresarial de Acuicultura de España, José Carlos Rendón, ha destacado
el futuro de este sector que "es uno de los puntos clave de la llamada
economía azul que impulsa Europa". Rendón ha expresado "el
agradecimiento a la Consejería y sus técnicos por aprobar este documento
que nos da unas reglas de desarrollo para que Canarias deje de estar
desfasada respecto a otras regiones de Europa". Rendón ha anunciado que
el sector "debe ahora junto a las administraciones acelerar el paso para
desarrollar las potencialidades de un sector respecto a la generación
de riqueza y empleo" y ha destacado "las condiciones que tiene Canarias
para el desarrollo de esta actividad" y la implicación de los
empresarios del sector en que éste "sea sostenible medio ambientalmente
no sólo por imperativo legal, sino por nuestro propio interés en que la
actividad se desarrolle de forma positiva".
El propietario de Acuipalma, Jorge
Medina, ha destacado "el esfuerzo de todos por hacer una realidad este
documento" y ha informado de que la acuicultura "va cobrando
importancia, en el Planeta se consume más pescado procedente de esta
actividad que de la pesca tradicional" y ha añadido que este plan
"permitirá a Canarias estar en primer nivel de producción y por tanto es
muy importante tenerlo aprobado".
Viabilidad y respeto al medio natural
El texto pretende impulsar el desarrollo
sostenible de esta actividad, aprovechando sus potencialidades para
generar riqueza y empleo, preservando la calidad medioambiental de la
costa. Desde un punto de vista medio ambiental, está adaptado a toda la
normativa vigente y tiene muy presente su repercusión en el medio
natural. Desde un punto de vista económico, analiza la viabilidad
económica de cada una de las especies que pueden producirse y en qué
lugares es más idóneo las instalaciones.
Además, es fruto del debate y la
participación, además de con las administraciones implicadas, con los
profesionales que de una manera u otra se ven afectados (pescadores,
empresarios del sector, de la industria auxiliar...) y técnicos de las
universidades y los centros de investigación de las Islas.
El PROAC incluye un análisis de las
zonas para el desarrollo de la actividad, un límite máximo de producción
para el Archipiélago, un catálogo de especies permitidas (revisable
mediante informe), un estudio del tipo de establecimientos y, por
último, un manual de buenas prácticas para el desarrollo de la
actividad.
Respecto al primero, se establecieron
diferentes criterios para su clasificación, en relación a la
profundidad, las comunidades marinas existentes en cada zona, las
pendientes o la superficie mínima, así como factores de tipo económico y
social como la cercanía a puertos, existencia de cofradías de
pescadores, dotación de infraestructuras de transportes y
comunicaciones terrestres, o cercanía de suelo de uso industrial o
aeropuerto.
Zonas de Interés
De este análisis, se deriva que las
Zonas de Interés para la Acuicultura (las que presentan una mayor
aptitud para el desarrollo de la actividad desde el punto de
vista ambiental y territorial-socioeconómico) suponen un 9,95% del
total de litoral de las Islas (unas 20.000 hectáreas). Se trata de
zonas con baja biodiversidad, con sustrato, profundidad media y
pendiente adecuados y con características oceanográficas (corrientes,
mareas, vientos y nutrientes, entre otros) adecuadas.
Respecto al límite máximo de producción,
se ha tenido en cuenta la capacidad total productiva de las
concesiones vigentes, que es actualmente de 16.736 toneladas, aunque si
se le suman las concesiones que existen en trámite, la capacidad máxima
productiva ascendería a 29.817 toneladas. Bajo esa premisa, se ha
optado por considerar una estimación realista que en los próximos ocho
años esa producción pueda aumentar hasta las 37.118 toneladas, que se
establece como ese límite de producción. Esta cantidad se obtiene
teniendo en cuenta un incremento de la demanda anual de un 4% para el
mercado interior, un 0,25% para el mercado peninsular y un 15% para el
exterior.
El Plan también incluye un listado con
aquellas especies de interés, desde un punto de vista económicamente
rentable y medioambientalmente sostenible. No están modificadas
genéticamente, para evitar riesgos para las poblaciones locales en caso
de escape, y el listado puede ser modificado cumpliendo una serie de
condicionantes.
Respecto a los equipamientos permitidos,
el documento fija los tipos de establecimientos para la acuicultura,
sus características técnicas y las condiciones de las explotaciones,
pudiendo establecer especificaciones para zonas o especies concretas.
Entre ellos, se encuentran la Jaula marina, la piscifactoría, vivero,
criadero y centros de investigación.
Se establece, además, un plan de
seguimiento que tendrá en cuenta tanto los indicadores de desarrollo de
ejecución del Plan, como los indicadores de sostenibilidad ambiental, y,
por último, un manual de buenas prácticas que establece diferentes
recomendaciones respecto al medio ambiente, gestión del stock,
prevención de escapes (el protocolo se aprobó hace unos meses), la
gestión de residuos o la limpieza y mantenimiento.
https://canariasagricola.com/noticia/2021/la-acuicultura-canaria-supone-el-36-del-pescado-fresco-que-se-produce-en-el-arch
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