martes, 10 de abril de 2018

‘El Comentario’ Por Ezequiel López


La imagen que nos llega, vuelve a colocarnos a la cola, vuelve a decirnos que somos unos paletos para todo en Europa
La imagen que nos llega desde el país que nos gobierna desde la comunidad europea, Alemania, es que seguimos con la televisión en blanco y negro

Yo no sé como saldremos de este lio nacional en que se encuentra la sociedad española. Una sociedad que solo nos vale aquello que sale reflejado en las redes y en los records de audiencia, somos el fruto de esas dos fuentes de información, el resto de nuestras exposiciones, importa poco o nada. Cada día nos damos cuenta que, o te apuntas al club o eres un independiente que careces de relaciones sociales importantes, rozando casi el convertirte en una rara avis. Y lo peor de todo es que, aunque veamos que no puede ser, que la realidad es otra muy distinta, por desgracia el peso de la maquinaria nos puede.
Empezamos una semana donde todo parece que empeora para algunos y que se vuelve esperanzador para otros. España creía que cualquiera que estuviera contra las leyes del Estado o el quebranto de la Constitución serían nuestros enemigos, pero resulta que no es del todo así. El lío que tiene que ver con los supuestos huidos por no acatar la Constitución en la Comunidad autónoma catalana, donde un grupo considerable de vecinos han declarado la independencia, declarando la república catalana por cuenta y riesgo de ellos, aunque con el costo a cuenta del erario español. Unos huidos que se han instalado en países europeos, unos más allegados a España y otros con simples relaciones diplomáticas Sin obligaciones extraditables ninguna.
La imagen que nos llega, vuelve a colocarnos a la cola, vuelve a decirnos que somos unos paletos para todo en Europa. La imagen que nos llega desde el país que nos gobierna desde la comunidad europea, Alemania, es que seguimos con la televisión en blanco y negro y desde luego nos dejan de cara al mundo, con el tema de la estrella del farfullero independentista mayor del reino, con el culo al aire. No voy yo a defenderme como el patriota mas patriota del mundo, nooo, ahí no me van a encontrar, pero si me siento confuso y con ganas de decirles a los alemanes, que España, con amigos como ellos no necesitamos pelearnos con Donald Trump. El crecimiento en Europa no será del todo el presumible, el que pueda hacer de España un país de progreso y de avance, más bien de todo lo contrario o similar a una tal Grecia. Es triste ver como no se da pie con bola con buscar el orden judicial y político en una Comunidad autónoma, donde todo se tergiversa para salvaguardar unos intereses muy particulares, que todos ya conocen, y que con todos estos embrollos siguen de rositas, nos referimos a los de la familia Pujol y los amiguetes del Sr. Mas y mientras, el pueblo no independentista pagando las consecuencias con la connivencia de nuestros aliados y modernos países europeos. No es que busquemos que Alemania o la mismísima Europa se nos entregue sin discusión alguna, pero tampoco es plan de que nuestros políticos sigan dejándonos como el país retrasado en todo, en lo político y en lo judicial, estamos quedando como bobilines en estos dos poderes.
España ha propiciado en el poder judicial, que la intoxicación haya sido tanta, que seamos muchos los que dudamos, que se pueda limpiar del todo, aún separándolos, dejando la justicia a su libre albedrío sin que la política pueda rosarla con ningún tentáculo malicioso y viciado. Como era poco el esperpento que montó el independentista de pacotilla, Puigdemont, huyendo y convirtiendo la causa en un espectáculo tipo Mortadelo –Filemón, nuestro Cuerpo de Inteligencia, mientras estudia como darle caza a los independentista, tienen que dar cuenta al Gobierno de Bélgica, porqué el CNI ha utilizado aparatos escondidos en vehículos para conocer los movimientos del susodicho por Europa. España da la impresión de estar en las manos de unos acomplejados gobernantes que temen ser echados fuera del gobierno si se imponen y dicen que somos lo suficientemente adultos para cometer errores e intentar avanzar con nuestro sistema democrático, pero claro, es tanta la loza de la corrupción de los partidos políticos que nos gobiernan y nos han gobernado que casi, casi, tienen la voz de España quemada y además ninguneada.
Los españoles tenemos una gran oportunidad en las próximas elecciones, podemos ir ya practicando, e ir directamente en busca de aquel partido político que sea garantista de no usar la corrupción, de aquel partido político que apueste por una revisión, sin miedos, de la Constitución. Hay mucho por hacer y no debemos regalarles más elecciones a los mismos, partamos que los que puedan venir, no nos van a comer, ni robarnos lo que no tenemos, y a lo mejor conseguimos limpiar nuestra imagen no con apariencias y palabreríos populares, si no con hechos y realidades que hagan que cada autonomía contribuya a una España unida, grande o pequeña me da igual, pero si con identidad propia, sin falsas apariencias que nos cambia con el tiempo el grupo político de turno, no pretendo un país de partidos políticos perfectos ni del todo patrióticos, pero sí que presumamos de nuestros verdaderos valores, los auténticos, y sobre todo de algo de decencia política, la gran ausente o perdida, ¡ah!, y no los valores de Sálvame o los de Supervivientes. 

fuente:  http://www.canariasopina.com.es/articulo/24344

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