domingo, 25 de marzo de 2018

Tenerife somete a examen su acuífero para ver el impacto de los pozos negros


El Consejo Insular de Aguas ha encargado a la Universidad de La Laguna un estudio pionero para conocer si la presencia de nitratos en algunos puntos está motivado por la agricultura o los vertidos.



Cerca del 80% del agua que se consume en Tenertife procede de su acuífero subterráneo, la cual se extrae a través de los más de 1.000 pozos y galerías de los que dispone la Isla. Debido a la importancia de este recurso hídrico, el mayor proveedor para el consumo, no solo es vital controlar y vigilar su recarga y posible sobreexplotación, sino también garantizar que la calidad del agua sea la adecuada. Para ello, la actividad del ser humano es clave, puesto que, por estudios previos, se conoce que en determinadas zonas la actividad agrícola ha podido elevar los niveles de nitratos por encima de las cifras recomendadas.
Ahora se quiere dar un paso más y analizar, por primera vez, si las aguas residuales que se generan y terminan vertiéndose en el subsuelo, a través, principalmente, de pozos negros, tiene alguna afección en el acuífero tinerfeño, de tal manera que se puedan adoptar medidas en caso de que exista alguna relación para evitar un posible daño.
Para ello, el Consejo Insular de Aguas de Tenerife (Ciatf) ha encargado a la Universidad de La Laguna (ULL) un proyecto con el fin de suscribir en los próximos meses un acuerdo de colaboración que permita llevar a cabo en el propio terreno un estudio multidisciplinar para conocer al detalle el estado de las bolsas de agua y la posible afección, según adelanta a DIARIO DE AVISOS el consejero de Aguas del Cabildo tinerfeño, Manuel Martínez.
Precisamente, esta semana con motivo del Día Mundial del Agua, que se conmemoró el pasado jueves, se puso sobre la mesa, como así reflejó este medio, algunas de las soluciones planteadas para hacer frente a un mejor tratamiento de las aguas residuales, sobre todo, las que se vierten al mar. Aunque también se quiere poner el foco en aquellas que terminan en el subsuelo y que suponen cerca del 39% de las aguas generadas, según datos del propio Consejo Insular.
El pasado lunes, la sede del Ciatf acogió la reunión entre los responsables de este organismo y algunos de los miembros del equipo que han llevado a cabo el informe preliminar que marcará el futuro estudio. En concreto, el coordinador de esta iniciativa es el director del Instituto de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de la Universidad de La Laguna, Basilio Valladares. También forman parte de este equipo las profesoras Candelaria Martín y Marisa Tejedor, ambas del departamento de Biología Animal, Edafología y Geología de la ULL.
El sistema acuífero de Tenerife, como reflejan los estudios del Ciatf, recibe agua por infiltración de lluvia y retorno de riegos, y la pierde por salida subterránea al mar y extracción por pozos y galerías. Asimismo, en términos generales se considera que el flujo subterráneo se produce en un acuífero libre en el que todas las zonas están conectadas entre sí, aunque en la práctica, la lejanía, la configuración local del subsuelo y las bajas permeabilidades hacen que muchas zonas sean independientes.
Según explica el consejero tinerfeño de Aguas, en base a la información que maneja el Consejo, el estado del acuífero es óptimo, pero hasta ahora no se ha estudiado la posible incidencia de los de los vertidos residuales. Martínez precisa que el estudio que llevará a cabo al ULL -ahora se está trabajando en buscar la fórmula para establecer el acuerdo entre los dos organismos y empezar así a lo largo de este año- tendrá una vigencia de dos años y pretende analizar in situ diferentes puntos de la Isla en la que pueda haber una afección en el suelo por actividad agrícola, vertidos de origen urbano y otras zonas que no estén afectadas.
El consejero recalca, también, que hasta ahora se ha defendido la idea de que los suelos volcánicos propios de Tenerife han actuado con un efecto depurador en las aguas residuales procedentes de los pozos negros, por lo que, insiste, este estudio pionero, serviría para validar esa hipótesis.
“Sabemos que no hay daños en el acuífero, aunque hay algunas zonas más vulnerables, pero debido a que el 80% de la agua que se consume procede de este origen y de que en los últimos 50 años el caudal de las galerías se ha reducido en el 50%, nos preocupa conocer al detalle su estado”, apunta Martínez. “Debemos garantizar el correcto estado del acuífero, tanto en cantidad, como en calidad”, asevera. “Podemos construir infraestructuras, como depuradoras, pero también son necesarios los colectores y las redes de saneamiento municipales, y más si se tiene en cuenta que el 39% del agua termina en el subsuelo”, matiza.

FUENTE:  https://diariodeavisos.elespanol.com/2018/03/tenerife-somete-examen-acuifero-ver-impacto-los-pozos-negros/

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