Nicolasita
Guedes González, fue una de aquellas mujeres que “arrimaron el hombro”
en la construcción de la Iglesia de la Candelaria
Fue un año
de importantes eventos culturales, musicales y religiosos, teniendo
como marco el histórico Templo-Parroquial de Ntra. Sra. de Candelaria.
Atrás queda los vivos recuerdos de aquellos hombres y mujeres del
municipio de Ingenio, que durante ocho largos años. ”arrimaron el
hombro” para que su Parroquia tuviera una digna y emblemática Iglesia
para orgullo, tanto de antaño como en la actualidad de sus feligreses y
en general de todo el mundo cristiano del municipio de Ingenio y fuera
de sus fronteras.
Actualmente
entre la zona sur y sureste de Gran Canaria, los templos de San
Sebastián en Agüimes y el de Ntra. Sra. de la Candelaria en la Villa de
Ingenio, ostentan la supremacía de los dos recintos sagrados de mayores
dimensiones y alturas. No obstante el Templo Sagrado de Ingenio posee
una doble evocación histórica-religiosa, al sentar sus nuevos cimientos
(año 1900), dentro de los terrenos donde existía su antigua ermita, con
un historial de más de 400 años de aquella primitiva construcción
(1560), hecha a base de piedra, barro y cal, siendo adornada con maderas
de la época (la famosa tea), donde se cubrían antiguamente las
habituales viviendas a “dos aguas”.
Ante la
precariedad que tenía la antigua ermita y lo pequeña que se hacía de
cara a su futuro, los vecinos de Ingenio optaron por la construcción de
un nuevo templo gracias a la colaboración de cientos de vecinos y
vecinas que tras los duros trabajos colmados de sacrificios, lograran
para las generaciones de hoy y del mañana ésta grandiosa y emblemática
obra de la Iglesia-Parroquial de Ntra. Sra. de Candelaria, siendo en la
actualidad una de las Iglesias más importante de Gran Canaria en su
contexto arquitectónico.
NICOLASITA, LA ABUELA DE INGENIO QUE “ARRIMÓ EL HOMBRO” POR SU IGLESIA DE LA CANDELARIA
Nicolasita
Guedes González, la que fuera, “Abuela de Ingenio y de Gran Canaria” en
el año 1994, año en que falleció a los ¡106 años de edad!, fue una de
aquellas mujeres que “arrimaron el hombro” en la construcción de la
Iglesia de la Candelaria. Nicolasita nació en el barrio de La Pasadilla
de Ingenio en 1888, ésta venerada y longeva mujer vivió durante muchos
años en el barrio de Los Molinillos junto a su hija Josefa Artiles
Guedes, allí nos concedió varias entrevistas al responsable de éste
articulista en 1992 y 1993 (siendo corresponsal informativo del diario
“La Provincia”), el cuál quedé admirado ante el grado de vitalidad y
lucidez mental en contarnos lo acontecido entre el siglo XIX y XX.
Nicolasita Guedes nos contó en referencia al templo de la Candelaria,
nos dijo emocionada… “Que una parte de la Iglesia de la Candelaria
le pertenecía, porque junto a su esposo Manuel Artiles, ayudamos con
grandes esfuerzo y sacrificio a la construcción de la Iglesia… ¡mire
cristiano!…yo arrimé el hombro muchas veces…cargando piedras, tierras y
cal, en una ocasión, se derrumbó una parte de la Iglesia y tuvimos que
revolver piedras sobre piedras para sacar a dos vecinos que fallecieron
sepultados, fueron unos momentos amargos, pero a pesar de todo, los
vecinos seguimos construyendo nuestra Iglesia hasta el final”
De verdad
que daba gusto escuchar a Nicolasita de aquellos relatos históricos en
su etapa de su juventud y los primeros años de casada, a comienzos del
pasado siglo XX (1900 – 1920), ella conservó siempre la fortaleza y
vitalidad que asombraron a propios y extraños, sobre todo por su gran
memoria. La mayor parte de su vida la dedicó a calar en los telares de
artesanía, ella nos afirmó que… “por cada remiendo que hacía
cobraba…¡tres perras chicas!”. De tantos años en fijar la vista, al
envejecer sus facultades visuales fueron nulas. En su juventud hizo
trabajos muy duros como el partir.”chinas” con un escoplo y un martillo
pedrero de cuyas “piedras vivas”, una vez partida, se vendían para el
arreglo de calles y carreteras, porque en ésa época no existían
maquinaria.
Nicolasita
nos contó que en la guerra de 1914, se pasó mucha hambre pero, que
salían del paso, comiendo “algarrobas, chochos y sopas de leche de
cabra”, ella hizo referencia a un tío suyo, pastor de Pajonales donde
muchas veces le daba queso y leche y de vez en cuando “un cabrito o un
cordero” para… espantar el hambre. Nicolasita tuvo una curiosa anécdota
que cambió su vida ella nos dijo… “En 1.904, yo con 16 años, tenía un
novio, pero asomó por allí un tal Manuel Artiles Rodríguez (el que
fuera su esposo) y me pidió que le cosiera un “botón de la chaqueta”…
¡P’a que fue aquello! de golpe nos enamoramos y al mes nos casamos...”.
Nuestra
abuela Nicolasita fue una auténtica canariona en la degustación de
nuestra comida canaria, destacando el potaje de coles con carne cochino
(de las que se conservaban dicha carne en barricas saladas), también le
gustaba el café con gofio, los higos pasados, pejines, “támaras”
(dátiles) y los tunos con gofio, ella era amante de los sancochos y el
mojo “bien picón” y como hecho singular, tanto de mañana como por las
noches, consumía su buena “escudilla” (taza) de leche bien “jalada” de
gofio ósea Nicolasita fue una mujer con una salud de hierro y con gran
apetito hasta los.últimos días de su larga vida, que asombraron a los
médicos que la visitaron. Es más, ella nunca estuvo enferma, salvo de
algún catarro. Un hecho singular fue cuando tenía cerca de 100 años
donde fue internada en la Clínica de la Paloma (Las Palmas), aquejada de
una hemorragia nasal, al ponerle las primeras inyecciones se enojó
porque... “no sabía lo que era eso”.
En los
cultos religiosos, Nicolasita fue muy devota y nos dijo que la fe en
Dios le hizo sentirse siempre muy protegida y con muchas ansias de
seguir siempre.viviendo. El entonces párroco de Ntra. Sra. de la
Candelaria (1993) José Alemán Álamo, acudía con frecuencia a su casa a
confesarles y darles la Comunión.
Nicolasita
Guedes González, nos dejó en 1994, a los... ¡106 años de edad!, dejando
una extensa familia de 112 miembros, repartidos en 7 hijos, 42 nietos,
52 bisnietos y 11 tataranietos ósea de (cuatro generaciones), una mujer
valerosa, canariona, saludable y sobre todo trabajadora, con el deber
cumplido de haber contribuido con su granito de arena en la construcción
de la Iglesia de Ntra. Sra. de la Candelaria que en 2008 se cumplió su
primer Centenario.
El autor
de este artículo les dedicó una pequeña biografía que fue ilustrada en
el programa de mano en el año 2008 con motivo de las emotivas efemérides
del Centenario de la Parroquia de Nuestra Señora de la Candelaria.
LAMENTABLE OLVIDO DEL AYUNTAMIENTO
Hoy al
recordar este pasado a Nicolasita Guedes (2017) hemos observado que ni
el Patrimonio Histórico ni el Ayuntamiento de Ingenio no les ha dedicado
una calle ni siquiera en su vivienda una placa conmemorativa, sabiendo
que esta hija de Ingenio llegó a los 106 años y representó a finales del
siglo XX esa lucidez y esa grandeza para gloria del municipio de cuyo
olvido municipal lamentamos profundamente.
fuente: http://www.canariasopina.com.es/content/opini%C3%B3n-aestupi%C3%B1%C3%A1n-%E2%80%98ingenio-a%C3%BAn-recuerda-nicolasita-guedes-de-106-a%C3%B1os-de-edad%E2%80%99
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