jueves, 2 de noviembre de 2017

‘Ingenio aún recuerda a Nicolasita Guedes de 106 años de edad’


Nicolasita Guedes González, fue una de aquellas mujeres que “arrimaron el hombro” en la construcción de la Iglesia de la Candelaria

2008, representa una fecha memorable para la historia cultural, social y religiosa del municipio de la Villa de Ingenio, se cumplió el Centenario de la construcción de la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Candelaria. Para ello la entonces Comisión Organizadora para los actos conmemorativos, regidas por el que fuera cura / párroco Don José Luis Bolaños y el alcalde de la Villa Don Juan Díaz Sánchez, Adolfina Ana González Cruz (Concejala de Cultura) y David Castellano y la colaboración de la Concejalía de Festejos del Ayuntamiento de la Villa de Ingenio que estuvo presidida por Juan Francisco Sánchez Vega.
Fue un año de importantes eventos culturales, musicales y religiosos, teniendo como marco el histórico Templo-Parroquial de Ntra. Sra. de Candelaria. Atrás queda los vivos recuerdos de aquellos hombres y mujeres del municipio de Ingenio, que durante ocho largos años. ”arrimaron el hombro” para que su Parroquia tuviera una digna y emblemática Iglesia para orgullo, tanto de antaño como en la actualidad de sus feligreses y en general de todo el mundo cristiano del municipio de Ingenio y fuera de sus fronteras.
Actualmente entre la zona sur y sureste de Gran Canaria, los templos de San Sebastián en Agüimes y el de Ntra. Sra. de la Candelaria en la Villa de Ingenio, ostentan la supremacía de los dos recintos sagrados de mayores dimensiones y alturas. No obstante el Templo Sagrado de Ingenio posee una doble evocación histórica-religiosa, al sentar sus nuevos cimientos (año 1900), dentro de los terrenos donde existía su antigua ermita, con un historial de más de 400 años de aquella primitiva construcción (1560), hecha a base de piedra, barro y cal, siendo adornada con maderas de la época (la famosa tea), donde se cubrían antiguamente las habituales viviendas a “dos aguas”.
Ante la precariedad que tenía la antigua ermita y lo pequeña que se hacía de cara a su futuro, los vecinos de Ingenio optaron por la construcción de un nuevo templo gracias a la colaboración de cientos de vecinos y vecinas que tras los duros trabajos colmados de sacrificios, lograran para las generaciones de hoy y del mañana ésta grandiosa y emblemática obra de la Iglesia-Parroquial de Ntra. Sra. de Candelaria, siendo en la actualidad una de las Iglesias más importante de Gran Canaria en su contexto arquitectónico.
NICOLASITA, LA ABUELA DE INGENIO QUE “ARRIMÓ EL HOMBRO” POR SU IGLESIA DE LA CANDELARIA
Nicolasita Guedes González, la que fuera, “Abuela de Ingenio y de Gran Canaria” en el año 1994, año en que falleció a los ¡106 años de edad!, fue una de aquellas mujeres que “arrimaron el hombro” en la construcción de la Iglesia de la Candelaria. Nicolasita nació en el barrio de La Pasadilla de Ingenio en 1888, ésta venerada y longeva mujer vivió durante muchos años en el barrio de Los Molinillos junto a su hija Josefa Artiles Guedes, allí nos concedió varias entrevistas al responsable de éste articulista en 1992 y 1993 (siendo corresponsal informativo del diario “La Provincia”), el cuál quedé admirado ante el grado de vitalidad y lucidez mental en contarnos lo acontecido entre el siglo XIX y XX. Nicolasita Guedes nos contó en referencia al templo de la Candelaria, nos dijo emocionada… “Que una parte de la Iglesia de la Candelaria le pertenecía, porque junto a su esposo Manuel Artiles, ayudamos con grandes esfuerzo y sacrificio a la construcción de la Iglesia… ¡mire cristiano!…yo arrimé el hombro muchas veces…cargando piedras, tierras y cal, en una ocasión, se derrumbó una parte de la Iglesia y tuvimos que revolver piedras sobre piedras para sacar a dos vecinos que fallecieron sepultados, fueron unos momentos amargos, pero a pesar de todo, los vecinos seguimos construyendo nuestra Iglesia hasta el final”
De verdad que daba gusto escuchar a Nicolasita de aquellos relatos históricos en su etapa de su juventud y los primeros años de casada, a comienzos del pasado siglo XX (1900 – 1920), ella conservó siempre la fortaleza y vitalidad que asombraron a propios y extraños, sobre todo por su gran memoria. La mayor parte de su vida la dedicó a calar en los telares de artesanía, ella nos afirmó que… “por cada remiendo que hacía cobraba…¡tres perras chicas!”. De tantos años en fijar la vista, al envejecer sus facultades visuales fueron nulas. En su juventud hizo trabajos muy duros como el partir.”chinas” con un escoplo y un martillo pedrero de cuyas “piedras vivas”, una vez partida, se vendían para el arreglo de calles y carreteras, porque en ésa época no existían maquinaria.
Nicolasita nos contó que en la guerra de 1914, se pasó mucha hambre pero, que salían del paso, comiendo “algarrobas, chochos y sopas de leche de cabra”, ella hizo referencia a un tío suyo, pastor de Pajonales donde muchas veces le daba queso y leche y de vez en cuando “un cabrito o un cordero” para… espantar el hambre. Nicolasita tuvo una curiosa anécdota que cambió su vida ella nos dijo… “En 1.904, yo con 16 años, tenía un novio, pero asomó por allí un tal Manuel Artiles Rodríguez (el que fuera su esposo) y me pidió que le cosiera un “botón de la chaqueta”… ¡P’a que fue aquello! de golpe nos enamoramos y al mes nos casamos...”.
Nuestra abuela Nicolasita fue una auténtica canariona en la degustación de nuestra comida canaria, destacando el potaje de coles con carne cochino (de las que se conservaban dicha carne en barricas saladas), también le gustaba el café con gofio, los higos pasados, pejines, “támaras” (dátiles) y los tunos con gofio, ella era amante de los sancochos y el mojo “bien picón” y como hecho singular, tanto de mañana como por las noches, consumía su buena “escudilla” (taza) de leche bien “jalada” de gofio ósea Nicolasita fue una mujer con una salud de hierro y con gran apetito hasta los.últimos días de su larga vida, que asombraron a los médicos que la visitaron. Es más, ella nunca estuvo enferma, salvo de algún catarro. Un hecho singular fue cuando tenía cerca de 100 años donde fue internada en la Clínica de la Paloma (Las Palmas), aquejada de una hemorragia nasal, al ponerle las primeras inyecciones se enojó porque... “no sabía lo que era eso”.
En los cultos religiosos, Nicolasita fue muy devota y nos dijo que la fe en Dios le hizo sentirse siempre muy protegida y con muchas ansias de seguir siempre.viviendo. El entonces párroco de Ntra. Sra. de la Candelaria (1993) José Alemán Álamo, acudía con frecuencia a su casa a confesarles y darles la Comunión.
Nicolasita Guedes González, nos dejó en 1994, a los... ¡106 años de edad!, dejando una extensa familia de 112 miembros, repartidos en 7 hijos, 42 nietos, 52 bisnietos y 11 tataranietos ósea de (cuatro generaciones), una mujer valerosa, canariona, saludable y sobre todo trabajadora, con el deber cumplido de haber contribuido con su granito de arena en la construcción de la Iglesia de Ntra. Sra. de la Candelaria que en 2008 se cumplió su primer Centenario.
El autor de este artículo les dedicó una pequeña biografía que fue ilustrada en el programa de mano en el año 2008 con motivo de las emotivas efemérides del Centenario de la Parroquia de Nuestra Señora de la Candelaria.

LAMENTABLE OLVIDO DEL AYUNTAMIENTO

Hoy al recordar este pasado a Nicolasita Guedes (2017) hemos observado que ni el Patrimonio Histórico ni el Ayuntamiento de Ingenio no les ha dedicado una calle ni siquiera en su vivienda una placa conmemorativa, sabiendo que esta hija de Ingenio llegó a los 106 años y representó a finales del siglo XX esa lucidez y esa grandeza para gloria del municipio de cuyo olvido municipal lamentamos profundamente.

fuente:  http://www.canariasopina.com.es/content/opini%C3%B3n-aestupi%C3%B1%C3%A1n-%E2%80%98ingenio-a%C3%BAn-recuerda-nicolasita-guedes-de-106-a%C3%B1os-de-edad%E2%80%99

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