lunes, 2 de octubre de 2017

Solo un par de jugadores del Barça era partidario de no jugar

Messi y Luis Suárez, durante el partido a puerta cerrada.
La plantilla del Barça y la junta directiva pasaron de la expectación por el desarrollo de una jornada de referéndum a la preocupación por las angustiosas imágenes de los incidentes que se podían ver por TV y en redes sociales. 
Y ante la imparable espiral de tensión y violencia con la que se estaba impidiendo la jornada de votaciones, el presidenteBartomeu se reunió con sus vicepresidentes para adoptar una posición firme sobre la conveniencia o no de disputar el encuentro ante la UD Las Palmas.
La cúpula dirigente del club consultó primero a la Junta de Seguridad si los Mossos d’Esquadra podían velar por el desarrollo del partido. Después contactó con LaLiga para trasladarle la posibilidad de anular el encuentro. “Nos pusieron entre la espada y la pared”, explicó a MD una fuente del club. O se jugaba o se perderían seis puntos, tres por el partido y tres por no presentarse. También se deslizaron posibles sanciones más graves.
Bartomeu bajó al vestuario, habló con los jugadores y técnicos y escuchó sus opiniones. Les expuso cómo estaba todo y la plantilla se mostró partidaria de jugar el encuentro. Solo un 10% de los jugadores, según las mismas fuentes consultadas por este diario, se mostró contrario, argumentando que los incidentes eran de una extrema gravedad. Alguno recordó que jugaban en casa, en el Camp Nou, y que estaban acostumbrados a afrontar partidos en ambientes de mucha tensión. También fuera, en sitios con mucha tirantez política. Consensuaron que el partido debía disputarse pero mostrando al mundo que lo hacían en unas condiciones distintas a las habituales. Jugar sin público en las gradas, sin sus socios y aficionados, ponía énfasis en que no era un partido más. Querían saltar al campo y subrayar a la vez la ausencia de libertad y la represión policial. También primaron la vertiente deportiva de no perder puntos decisivos para el título.
Un partido muy duro
La decisión provocó la dimisión de Carles Vilarrubí, uno de los vicepresidentes del club, la del directivo Jordi Monés, que no había participado de la cumbre pero que estaba en desacuerdo. No fueron los únicos. El nombre de Xavier Vilajoana también salió, pero desde el club se negó este extremo. La junta directiva ordinaria de mañana despejará las dudas. Algunos directivos estaban en desacuerdo porque no se les había consultado ni recabado la opinión hasta los hechos consumados.
Algunos jugadores confesaron que les había resultado extraño jugar. No están acostumbrados a las gradas vacías, y más en casa, y les costó meterse en el partido. El propio Piqué reconoció que había sido el día más duro vivido como profesional. A otros les costaba abordar con la intensidad debida cada jugada. Y en algunas fases se notó
Periodista
fuente:   http://www.mundodeportivo.com/futbol/fc-barcelona/20171002/431728042993/barca-partido-referendum.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario