viernes, 30 de diciembre de 2016

¿ACCIDENTALMENTE O NEGLIGENCIA?


PERDIDA
Yo, de nombre Lola y de raza Beagle acudo a la clínica veterinaria Benartemi , en Vecindario; en manos de mi dueño porque tenía problemas en una de mis patas. Algo pasó, no sé el que, pero de repente me vi en la calle… y desde entonces ando perdida. No me gusta lo que tengo alrededor y sólo quiero volver con mi amo. Lo necesito más que nunca. Si me ves o me tienes ayúdame a volver con él. Llámale  al teléfono 658 894 867
El viernes 16 de Diciembre de 2016 acudo a una clínica veterinaria de 24 horas, ya que mi perra presentaba cojera en la pata delantera derecha. Una vez recogida por el veterinario (con confirmación de este de que queda en buenas manos) me ausento de la clínica durante unos 30 minutos y a mi vuelta me siento en la sala de entrada, a la espera de que me den un diagnóstico de lo que le ocurre a mi perra. Pasó casi media hora y nadie me decía nada hasta que se marchó el último cliente, luego me comunican que la perra se escapó accidentalmente, que uno de los clientes se dejó la puerta abierta y la perra salió del centro y que uno de sus empleados ya estaba en su búsqueda. El impacto de la noticia me dejó sin respiración a la vez que la frialdad  de como la empleada pudo atender a los clientes mientras yo estaba a la espera y mi perra ya no se encontraba en el centro. Mi reflejo fue de no perder ni un segundo más y salir corriendo en búsqueda de la perra. Le pregunto a los transeúntes de las calles colindantes si la han visto y me decían que si, que la perra había estado dando vueltas por la zona. Parte del equipo de la clínica forma un dispositivo de búsqueda, mientras me recomiendan esperar por la zona de la clínica por si la perra aparecía. El resultado fue; la buscaron,  la vieron y la volvieron a perder. Les pregunto cómo pueden pasar este tipo de cosas en una clínica veterinaria y la respuesta de una de sus empleadas es que los perros se pierden de los veterinarios con más frecuencia de lo que yo pueda imaginar. La perra sigue perdida desde entonces, he organizado un dispositivo de búsqueda con perros rastreadores, se ha difundido por redes sociales, hemos hecho incontables batidas de búsqueda, se han colgado carteles, se han visitado refugios y  algunos medios de comunicación están ofreciendo desinteresadamente su colaboración. Estoy desesperado, no sé que mas hacer. Necesito encontrarla, mi vida no es lo mismo sin ella. Aunque ellos lo llamen accidente, yo he tomado medidas legales ante esta negligencia. Está denunciado en Zoocan, y a la vez pongo en alerta a todas las clínicas veterinarias, ya que creo que mi perra está en manos de otra persona. Si llevas a tu perra a un veterinario te aconsejo que pongas toda la alerta, que no te ocurra a ti.
Ayúdame a encontrar a Lola : 658 894 867

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