lunes, 31 de octubre de 2016

Representantes de 54 países, EUROPOL e INTERPOL se reúnen en Madrid para analizar los resultados de la Operación “Opson V”


Representantes de los cuerpos policiales de 54 países así como de EUROPOL e INTERPOL se han reunido en Madrid para analizar los resultados de la Operación “Opson V” y trazar las líneas de actuación de la nueva fase de esta operación de cara a la próxima campaña de Navidad.

Se trata de una operación de alto impacto a nivel internacional centrada en la lucha contra la producción, adulteración, falsificación y tráfico de alimentos, y los protegidos por la propiedad industrial e intelectual.

Durante la última campaña, la Guardia Civil ha realizado 1.714 inspecciones en tiendas, bares, restaurantes, centros de distribución, grandes superficies comerciales, puertos y aeropuertos, y se ha levantado acta de 1.764 infracciones administrativas y 684 infractores.

Estas infracciones afectan principalmente a productos caducados dispuestos para la venta, deficiencias de etiquetado (idioma no oficial), deficiencias de higiene y conservación, carencia de registros sanitarios, carencia de licencias y autorizaciones, carencia del carnet de manipulador de alimentos, rotura de la cadena de frío, trazabilidad de los productos, denominaciones de origen y venta ambulante.

Durante el desarrollo de este dispositivo policial se han esclarecido seis delitos con un total de 24 personas implicadas, de las que ocho han sido detenidas y 16 investigadas.

Además, se ha procedido al precinto de seis establecimientos regentados por personas de nacionalidad china y se han intervenido 47.692 kilos de alimentos, que estaban siendo distribuidos al consumidor incumpliendo la normativa de etiquetado y fecha de caducidad y 25.000 litros de bebidas alcohólicas por incumplir la normativa sobre deficiencias de etiquetado (idioma no oficial).

Dentro del marco de competencias de la Policía Nacional sobre el control del mercado interior y con ocasión de la Operación Opson, se presentó una investigación que finalizó con el desmantelamiento de una destilería clandestina de licores. En esta investigación se puso de manifiesto el control efectivo de los productos alimenticios que llevan al consumidor, ya que generó la incautación de más de 2.000 litros de licores (orujo, hierbas, crema y pacharán) producidos sin ningún tipo de control sanitario.

Como resultado de esta operación, 24 personas fueron detenidas por un presunto delito contra la salud pública, se detectaron 26 infracciones contra la legislación de impuestos especiales, se inspeccionaron 25 restaurantes donde se servían estos licores como “cortesía de la casa” y fueron identificados 92 personas implicadas en este fraude.

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