Los pescadores canarios se trasladaban a las costas del continente africano, desde Puerto Cansado hasta Cabo Blanco. Muchos años antes de la llegada del botánico escocés George Glass, Quién fue el que despertó la curiosidad y desconfianza de los españoles.
Este botánico llegó a Canarias en el año 1760, estaba interesado en investigar la flora autóctona de las Islas Canarias, muy conocidas por los exploradores del Reino Unido por sus excelentes cualidades curativas. Después de recorrerse varias islas, llegó en 1764 a la isla de Lanzarote, allí observó (al margen de sus estudios botánicos), en sus paseos por el puerto de Arrecife, que veleros de 9-10 metros de esloras, descargaban a diario, enormes pescados de gran calidad parecida a la merluza que conocía en los puertos pesqueros de Escocia. Los pescadores canarios llamaban a este pescado con el nombre de “corvinas”, que capturaban a cordel, (a liña). Se embarcó para conocer en sito, de la inmensa riqueza que ofrecía el caladero pesquero continental frente a las islas de Lanzarote y Fuerteventura. Los pescadores canarios no tenían la posibilidad de comercializar la pesca en Europa, y España se desentendía dejando el comercio exportador a empresas inglesas. George Glass tuvo la intuición de un gran negocio con el sector pesquero canario, trasladándose a la costa continental del Sahara para construir una factoría de salazones de corvinas, y exportarlas en buques ingleses a gran escala a Inglaterra. El lugar elegido fue un lugar de refugio de barcos, que los pescadores canarios pusieron por nombre Puerto Cansado, el mismo lugar donde en el año 1478 los españoles construirían la Fortaleza de Santa Cruz de Mar Pequeña.
*Por Antonio Rodríguez de León
*Por Antonio Rodríguez de León
fuente : http://www.canariasopina.com.es/articulo/14210
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