Los vecinos de San Blas están “profundamente” preocupados por la mudanza del Atlético de Madrid al Estadio de La Peineta. Denuncian que a día de hoy todavía no se han puesto en marcha las medidas necesarias para hacer frente a las consecuencias “negativas” que generará el traslado de la ciudad deportiva del club rojiblanco al distrito del noreste de la capital.
La Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM)asegura que el consistorio dirigido por Manuela Carmena va a aprobar el plan urbanístico “sin haber llegado aún a acuerdos imprescindibles” con organismos como la Comunidad de Madrid o el Ministerio de Fomento, responsables de la gestión de las autovías y de la red de Metro y Cercanías, para evitar posibles problemas futuros. Es más, de momento el Ayuntamiento ni siquiera ha habilitado el tramo de carril bici junto a La Peineta, que aunque está ejecutado permanece cerrado desde hace años. “El tráfico en la zona es constante mañana y tarde. Es uno de los puntos negros y con más atasco de la M-30. Cuando hay actos en La Peineta el atasco es impresionante y tiene capacidad para 20.000 personas. Los coches invaden hasta las aceras. ¿Qué va a pasar cuando puedan venir hasta 70.000 personas como pretende el plan?”, pregunta Vicente Pérez Quintana, responsable de urbanismo y vivienda de la FRAVM.
Según datos del Ayuntamiento de Madrid a fecha de 2010, la celebración de un partido de fútbol provoca la movilización de entre 10.000 y 15.000 coches, entre 3.000 y 4.000 motos y aproximadamente 200 autobuses. Por eso, la FRAVM denuncia que La Peineta tan solo cuenta con 4.800 plazas de aparcamiento y que los barrios cercados de Las Rosas, Las Musas, San Blas y Canillejas suman “como mucho” cerca de 3.000 plazas. “Hoy faltarían entre 2.000 y 7.000 plazas para absorber el tráfico previsto”, señala la organización vecinal. “El proyecto avanza pero no se están tomando las medidas necesarias para resolver los problemas que puede haber en el futuro”, añade Quintana.
La pregunta que plantean los vecinos al consistorio madrileño es clara: “¿Cómo piensa el Ayuntamiento absorber, sin perjuicio para los vecinos y vecinas de San Blas, Vicálvaro, Coslada y San Fernando de Henares, el movimiento que generarán los 68.000 aficionados que puede acoger el estadio olímpico cada vez que se celebre un partido?”. Las asociaciones vecinales del distrito apoyadas por la FRAVM exigen a la Administración la puesta en marcha de varias iniciativas específicas para atenuar y paliar los problemas futuros.
En concreto reclaman el aumento de las conexiones del distrito con la M-40; la rehabilitación y la reapertura de la antigua estación de O’Donnell en el barrio de Ciudad Pegaso; la ampliación de la Avenida de Arcentales; la elaboración de un plan de movilidad con el objetivo de facilitar el acceso al estadio en transporte público y así disuadir el uso del vehículo privado y la mejora de la conexión de las líneas 2 y 5 de Metro con la línea 7. “Nadie hace nada desde hace ya varios años”, afirma Quintana, portavoz de la asociación vecinal. La FRAVM recuerda que esta lista de sugerencias no solo “no son nuevas” ni se han puesto en marcha, si no que además, ni siquiera se han proyectado. “Y todos sabemos que será muy difícil ejecutarlas antes de que produzca el traslado, dado que para ello se han de poner de acuerdo varias administraciones”, explica la organización.
Además, los vecinos exigen también que tras el traslado de la Ciudad Deportiva del club rojiblanco al distrito San Blas-Canillejas parte de esas instalaciones deportivas se destinen a uso deportivo para “todos los madrileños” puesto que se pretenden construir en un espacio público. “Se van a instalar varias infraestructuras para el proyecto en suelo público. ¿Qué ganan los vecinos?”, pregunta Quintana.
La asociaciones del distrito están convencidas de que el desarrollo del proyecto urbanístico generará un “auténtico caos”. Creen que la Administración no tiene ninguna intención de resolver sus demandas y, por eso, según ha anunciado la FRAVM, tienen previsto iniciar varias movilizaciones para presionar a los organismo implicados en el plan con el fin de ser escuchados y conseguir que las medidas “paliativas” de movilidad se pongan en marcha cuanto antes. Las obras del proyecto comenzarán el próximo mes de septiembre y el objetivo de Carmena es que esté listo para la temporada 2017/2018.
fuente : http://www.estrelladigital.es/articulo/madrid/operacion-mahou-calderon-olvida-vecinos-san-blas/20160714180234291678.html
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