Investigadores de la Universidad de Valladolid (UVa) y de la Universidad de Salamanca han diseñado una herramienta matemática predictiva para el diagnóstico de reacciones alérgicas a fármacos a partir de los datos recogidos en el historial médico. El trabajo, como explica la responsable del Servicio de Alergia del Hospital Universitario Río Hortega y profesora de la Uva, Alicia Armentia, tiene su origen en una necesidad detectada en la práctica clínica diaria.
“Habitualmente recibimos en la consulta a pacientes que han tenido una reacción adversa grave con un determinado fármaco y que quieren saber si son alérgicos al mismo o no. Cuando todas las técnicas, pruebas cutáneas e in vitro, que les practicamos son negativas, la única manera de saber si el paciente es alérgico o no es administrándole pequeñas dosis del fármaco hasta que se produzca o no la reacción. Esto conlleva un control muy estricto y tiene sus riesgos porque el paciente puede sufrir la misma reacción o más grave" ha detallado la investigadora a la agencia DICYT.
EL MODELO PREDICTIVO
En la actualidad, la decisión de provocar o no esta reacción en el paciente se toma de forma totalmente subjetiva. Es decir, depende en gran medida de la experiencia del profesional clínico. Es por esto que los investigadores decidieron crear un modelo matemático que permita estimar el posible daño que se le puede hacer a un paciente al someterle la provocación.
El equipo ha podido construir el modelo predictivo gracias a la técnica denominada regresión logística binaria simple, tras un previo análisis estadístico. El planteamiento de los investigadores fue deducir, a partir de los múltiples datos recogidos en la historia clínica, los investigadores dedujeron el porcentaje de riesgo a una reacción alérgica a medicamentos. En total, se evaluaron 696 principios activos de fármacos que habían sido administrados a 466 pacientes a lo largo de 14 años en el Servicio de Alergia del Hospital de Salamanca. Asimismo, también se reevaluó toda la historia clínica. Desde sexo, edad en la que tuvo la reacción, antecedentes familiares alérgicos, enfermedades crónicas, anticuerpos altos a otros alérgenos, si tuvo que ser hospitalizado, el modo de administración del medicamento, etc. Esto permite detectar cuáles de estas variables se correlaciona más con una provocación positiva y así llegar al diagnóstico final.
IMPACTO EN EL PACIENTE
La especialista Alicia Armentia destaca, respecto a la importancia de disponer de un modelo de estas características, que “cuando un paciente acude a la consulta no queremos agravar la enfermedad de base pero tampoco dejarles sin una solución.” Y añade que “cuando una persona que padece un dolor crónico grave y necesita analgésicos pero parece ser alérgico, si el modelo estadístico refleja que el paciente puede llegar a tener un 99% de posibilidades de una provocación positiva, no se aplica, pero si tiene un 10% sí, porque se puede mejorar mucho su calidad de vida".
De esta manera, la herramienta ayuda al especialista a valorar mejor el daño y la calidad de vida que puede tener el paciente, y al paciente le evita posibles riesgos no aplicando sin garantías ninguna técnica que pueda poner en peligro su salud. “Esto es especialmente útil en gente mayor o niños pequeños, en los que una reacción grave puede ser muy peligrosa", agrega la especialista.
http://consalud.es/tecnologia/crean-un-modelo-matematico-capaz-de-predecir-reacciones-alergicas-a-farmacos-26272
No hay comentarios:
Publicar un comentario