Este 2016 se conmemora el IV Centenario de la muerte de dos genios literarios: Cervantes yShakespeare. Ambos tuvieron, en mayor o menor medida, alguna relación con el continente africano. Cervantes, quien pasó cinco años cautivo en Argel como esclavo, se inspiró para varias de sus obras en el mundo argelino.
El 23 de abril de 1616 parece que no murieron ni Cervantes ni Shakespeare. Pero así lo creemos, año tras año, al celebrar el “Día del libro”, un acontecimiento promulgado por la UNESCO. Fecha arriba fecha abajo, el cierto cuarto centenario sirve para homenajear a ambos escritores, es una excusa para celebrar todo tipo de eventos, además de prometer más publicaciones y estudios sobre ellos (como el arriba mencionado). Y es también un día (mientras esperamos la próxima Capitalidad Mundial del libro que se celebrará en 2017 en Conakry) en el que los libros tendrán el máximo de protagonismo.
Imposible no ceder a la tentación de sugerir en una fecha como esta las últimas novedades, libros que hagan que este día (¿y si lo hacemos año?) sea muy africano.
- Ficción
Con La Confesión de la leona (Alfaguara, 2016) Mia Couto nos entrega una obra redonda, tremenda e inquietante, siempre en el limbo de esa realidad “mágica”, que gustará a sus seguidores y asombrará a aquellos que se asoman por primera vez a su obra. Tocada también por ese “realismo mágico” está Los pescadores (Siruela, 2016) del debutante Chigozie Obioma que ha sorprendido por sus diferentes lecturas. Con pies más terrenales, Edem Awumey utilizando una escritura absorbente y magnética, nos vuelve a hablar de la dureza del exilio en Explicación de la noche (Baile del Sol, 2015).
Muy diferentes son dos de las muchas esperadas traducciones al castellano que deseamos continúen llegando. Por un lado, la novela de Boubacar Boris Diop,Murambi, el libro de los huesos (Wanafrica, 2015) que nos devuelve el drama que soportó Ruanda en 1994. Y por el otro, la de Nuestra hermana aguafiestas (Casa África, 2015) de una jovencísima y lúcida Ama Ata Aidoo, que muestra a través de una prosa innovadora su enfado desde su conciencia de los problemas de África y, en particular, del neocolonialismo, la corrupción y la hipocresía de la élite africana.
El norte africano viene de la mano del argelino Yasmina Khadra por partida doble con La última noche del Rais (Alianza, 2015) sobre los últimos días de Gadafi y El loco del bisturí (Esdrújulas ediciones, 2015) una novela policíaca; de la de Alaa al-Aswany y su El automóvil Club de Egipto (Random House, 2015) y de la del marroquí Mohamed Mrabet, conocido por su amistad con Paul Bowles, con Amor por un puñado de pelos (Cabaret Voltaire, 2015)
Desde Argentina, una recopilación de relatos de Zoe Wicomb e Ivan Vladislavic, traducidos por primera vez al castellano, bajo el título de Miradas.Cuentos Sudafricanos (Unsam Edita, 2015) nos acercan dos voces muy diferentes (la de Wicomb de una complejidad inquietante y de múltiples enlaces y la de Vladislavic crítica y difícil de clasificar) en los que el apartheid hace acto de presencia. Libro que invita a conocer a ambos, pero sobre todo a Zoe Wicomb, una más que interesante autora.
Si lo que buscas es poesía y teatro, Recadero Silebo Boturu te ofrece ambos enCrónicas de lágrimas anuladas (Verbum, 2015). Este joven autor bubi es más conocido en su faceta de dramaturgo que en la de poeta ya que es director de la compañía Bocamandja y su obra "sumerge al público en historias que ensalzan la tradición y el sentido de comunidad en la era de la globalización."
El bebedor de vino de palma (Navona Editorial, 2016) de Amos Tutuola, todo un clásico, inicia la lista de reediciones. En formato bolsillo llegan La flor púrpura(Random House, 2016) de Chimamanda Ngozi Adichie, su primera novela, y El brujo del cuervo (DeBolsillo, 2015) de Ngugi wa Thiong´o, una sátira llena de imaginación y originalidad que os deslumbrará. Los lectores en formato e-book pueden disfrutar del último título de la editorial 2709books, prologado por la periodista Ángeles Jurado Quintana, Amanecía de Fatou Keita (disponible a partir del 26 de este mes) nos cuenta una historia sobre mundos opuestos que conviven dándose la espalda.
- No ficción
El africano de Groenlandia (Turner, 2016), de Tété-Michel Kpomassie promete una historia real de un muchacho que, a raíz de la lectura de un libro, decide hacer lo mismo que muchos occidentales: preparar las maletas y marchar al lugar en el que ansía estar, en su caso con los inuit de Groenlandia. Alex Perry, al contrario, nos cuenta lo que vivió en el continente siendo jefe de la oficina de Time hasta 2013 en La gran grieta. El despertar de África (Ariel, 2016) para demostrarnos lo mal que entendemos África.
Han tenido que pasar más de veinte años para que podamos leer en castellano el rompedor libro del eterno candidato al nobel, Ngugi wa Thiong´o, Descolonizar la mente (Editorial Debolsillo, 2015) que fue el fruto de un largo debate sobre en qué lengua se debe de escribir la literatura africana, discusión que continúa hoy en día. Otro autor, este sí laureado, J.M.Coetzee, recopila en Las manos de los maestros(Random House, 2016) veintisiete ensayos, elegidos entre sus favoritos, y en los que vierte su faceta de crítico literario viajando por la literatura de una serie de escritores. Dos de ellos se los dedica a Nadine Gordimer y a Doris Lessing. Sobre letras africanas también habla Literaturas hispanoafricanas: realidades y contextos (Verbum, 2015) en edición de Inmaculada Díaz Narbona, poniendo la lupa sobre aquellas más desconocidas.
Edicions Bellaterra acaba de publicar Civilización y barbarie. Una antropología sin condescendencia de Cheikh Anta Diop, que ya desde el título suena a provocación, porque "¿cómo no plantearse quién es el bárbaro y quién el civilizado? ¿Y cómo no sospechar que no se está en el lado que se desearía?".
Finalmente, Juan Álvarez Cobelas con África saqueada:la occidentalización y sus trampas (Queimada ediciones, 2016) trata de averiguar cómo se llega a ser un estado fallido y si se han puesto remedios por parte de la denominada Comunidad Internacional para evitarlo.
- Delicias
Para regalar o para regalarnos, dos libros de los que ya hemos hablado alguna vez. Belén García y su Dibujando África, una galería de vitalistas y coloridos dibujos apenas acompañados de unas líneas explicativas que plasman tanto aspectos cotidianos o culturales relacionados con el África rural como ”las iniquidades que salpican a diario la vida colorista de cualquier comunidad del África subsahariana”. Y El dragón que se comió el sol (Editorial Libros de las Malas Compañías, 2015) que parte de una iniciativa de la Biblioteca Tebba Diatta de Ossouye (Senegal) y cuyos autores no han pretendido realizar un ensayo antropológico, ni filológico, ya que este libro maravilloso con ilustraciones llenas de originalidad e imaginación, es fruto de un sueño, el de llenar de libros las estanterías de la Biblioteca de Ossouye.
No hay comentarios:
Publicar un comentario