Ayer, domingo, 20 de marzo, llegaba a La Habana el presidente de EE.UU. Barack Obama tras casi un siglo desde que lo hiciera su homólogo Calvin Coolidge, 1928.
Antes de pisar tierra en la isla, el asesor para asuntos cubanos del mandatario estadounidense, Ben Rhodes, publicaba en Internet (https://medium.com/an- historic-trip-to-cuba/ president-obama-is-going-to- cuba-here-s-why-41ecdc0586d8#. r3cwkvvjh) un artículo en el que desglosaba las razones de este viaje, nuevamente relacionándolo con el hecho, asumido finalmente por la administración de Obama, de que la política aplicada por EE.UU.
hacia Cuba, desde el triunfo de la Revolución en 1959, no había funcionado y que, además, había conducido al aislamiento político del gigante imperialista en el continente latinoamericano.
Antes de pisar tierra en la isla, el asesor para asuntos cubanos del mandatario estadounidense, Ben Rhodes, publicaba en Internet (https://medium.com/an-
hacia Cuba, desde el triunfo de la Revolución en 1959, no había funcionado y que, además, había conducido al aislamiento político del gigante imperialista en el continente latinoamericano.
Rhodes afirma en su texto que lo que se propone EE.UU. es “crear más oportunidades de compromiso con Cuba (para las empresas y para los viajeros estadounidenses)” y que “lo que queremos del Gobierno de Cuba, con el que vamos a seguir teniendo serias diferencias, es que haga más posible que el pueblo cubano se beneficie de ese compromiso”.
Tras una breve mención al “embargo” (bloqueo a Cuba), el asesor del Gobierno yanqui cuestiona, como no podía ser de otra forma, los derechos humanos en la isla para terminar afirmando: “No pretendemos imponer un cambio en Cuba, estamos convencidos de que el pueblo cubano se beneficiará cuando pueda ejercer sus derechos universales”.
Cabría preguntarse, por contra, dónde están los derechos universales y cuándo podrán ejercerlos ciudadanos como Julian Assange o Edward Snowden, ambos perseguidos por las autoridades de EE.UU por ejercer su derecho a la libertad de expresión e información. También sería interesante conocer cuándo podrán ejercer sus derechos universales los presos de Guantánamo, detenidos ilegalmente en cualquier parte del mundo por su militancia política y encerrados en una cárcel infame ubicada en un territorio sobre cuya devolución a la soberanía de Cuba EE.UU. aún no ha pronunciado ni una sola palabra.
Qué decir de los daños económicos provocados por el bloqueo, de las privaciones y de las víctimas causadas entre el pueblo cubano. Nada que hablar sobre sus derechos universales ni de cuándo será resarcido por ello. Menos aún de los derechos universales de millones de hombres y mujeres que en EE.UU. no tienen acceso a la sanidad, a la vivienda o a la alimentación, cuyas vidas no parecen requerir el “compromiso” del Gobierno de ese país. (1)
EE.UU. no ha eliminado los programas para financiar la subversión interna en Cuba, alentando incluso por diversas vías a que hubiera exhibiciones provocadoras durante la visita de Obama. Este último es un claro ejemplo de la política injerencista que el Gobierno estadounidense aplica contra Cuba y otros pueblos latinoamericanos bajo su pretendida imagen de gendarme mundial de la democracia, políticas que han quedado otra vez al descubierto en estos días por su decisión de renovar la orden ejecutiva contra Venezuela que declara al país bolivariano como una amenaza contra la seguridad nacional estadounidense.
Desde la Plataforma Canaria de Solidaridad con los Pueblos, apoyados en la firmeza política que el pueblo de Cuba ha atesorado en estos 57 años, afirmamos ante esta visita del presidente Obama que nuestro compromiso será siempre con la Revolución Cubana, y con la soberanía y la independencia de pueblos como el de la República Bolivariana de Venezuela en su lucha contra el imperialismo.
Reiteramos nuestra exigencia de que se ponga fin al criminal bloqueo económico, financiero y comercial de EE.UU. contra Cuba indemnizando a su pueblo por todo el daño causado y para que no sólo se cierre la cárcel y la Base Naval de Guantánamo, sino que ese territorio se devuelva de una vez por todas a Cuba.
Sirva la reflexión del expresidente cubano, Fidel Castro como guía para este nuevo tiempo: “Revolución es sentido del momento histórico; es cambiar todo lo que debe ser cambiado ... es desafiar poderosas fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito social y nacional; es defender valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio ... es luchar con audacia, inteligencia y realismo; es no mentir jamás ni violar principios éticos; es convicción profunda de que no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas”.
¡Viva la Revolución Cubana!
¡No al bloqueo!
¡Guantánamo para Cuba!
¡Abajo el imperialismo y sus cómplices!
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