domingo, 6 de diciembre de 2015

China instala base militar en África


China acaba de confirmar el establecimiento de su primera base militar en el extranjero. Estará en África. En concreto en un pequeño país: Yibuti. Hasta ahora se trataba solo de un rumor que el gobierno de Beijing desmentía continuamente. Hace unos días lo publicaba The New York Times.

Ya el pasado mes de junio, avisamos en estas mismas páginas que China estaba negociando con el gobierno del pais africano el establecimiento de una base militar en su estratégico puerto en el Cuerno de África. Decíamos que si las dos partes llegaban a un acuerdo, asistiríamos a un momento histórico ya que supondrá la consumación de un cambio de tendencia en la política exterior china respecto a África. La noticia procedía de unas declaraciones del presidente yibutí, Ismail Omar Guelleh, en las que confirmaba que su gobierno estaba negociando con el país asiático y que estaba dispuesto a dar todo tipo de facilidades para que las negociaciones se sellasen con un acuerdo.

También analizábamos el despliegue de 700 soldados de infantería chinos en Sursudán,  equipados con drones, vehículos blindados y misiles antitanques. Decíamos que era la primera vez en la historia que el país asiático enviaba tropas a una misión de paz de las Naciones Unidas y nos preguntábamos si ese hecho era otro indicio, al menos en apariencia,  de ese cambio profundo en la política exterior china que se vislumbraba y que que hasta ese momento se había caracterizado por la no interferencia en los conflictos africanos.
China es el país que más contribuye a las misiones de paz de la ONU. Tiene desplegados a más de 2.000 efectivos por todo el mundo. Se trata, principalmente, de ingenieros, personal médico, de transporte o guardias de seguridad. Pero hasta que envío los 700 soldados a Sursudán, nunca antes había mandado tropas armadas, si excluimos algún batallón de élite a ese mismo país y a Malí para proteger su propio personal. 
Algunos expertos opinaban que el hecho de que China se involucrase en Sursudán de forma tan directa, se debía simplemente a cuestiones económicas ya que ha invertido en el país, especialmente en la extracción de petróleo, miles de millones de dólares que el conflicto en curso en el país africano hacen peligrar, y no realmente a un cambio en la política exterior del país asiático. Sin embargo, nosotros creemos que son los intereses económicos los que mueven a los ejércitos de todo el mundo, aunque los disfracen de tropas de paz o de defensa de los derechos humanos, la justicia. China, la segunda economía mundial, tiene muchos intereses que defender, de ahí que no se pueda descartar la idea de que Beijing empiece a desplegar tropas fuera de su territorio para lo cual necesitaría el apoyo de bases militares propias. 
África, el continente donde el gigante asiático parece jugarse más, por sus inversiones en materias primas, siempre ha sido considerada la candidata ideal para acoger la primera base militar fuera de territorio chino.
En las últimas semanas, los acontecimientos se han precipitado. A principios de noviembre, el jefe del estado mayor chino, general Fang Fenghui, visitaba Yibutipara inspeccionar los barcos de guerra que China tiene desplegados en el océano índico participando en la operación anti piratería que se lleva acabo en la zona.
A pesar de tener uno de los ejércitos más modernos y confidentes, Beijing siempre ha repetido que no quiere bases militares fuera de su territorio. Sin embargo, el actual jefe de la armada china, Wu Shengei, pidió una base fuera del país para la lucha anti-piratería, en 2009.
Los barcos chinos, llevan desde 2008 realizando operaciones de lucha contra la piratería cerca de las costas de Somalia, y en 2010 Beijing aceptó unirse a la fuerza multinacional para proteger a los barcos que transitan por el Golfo de Aden y el océano Índico. 
El 27 de noviembre se confirmaban nuestras sospechas cuando saltaba la noticia de que China había firmado con el gobierno de Yibuti un acuerdo de 10 años para la construcción de una base militar en el país que será utilizada para “operaciones de escolta y humanitarias”.
Esta noticia, confirma también un importante cambio de la política exterior de Beijing que tradicionalmente ha invertido en el campo económico: infraestructuras, manufacturas, minería o agricultura hasta convertirse en el primer socio comercial de África. Esta política va a continuar, sin dudas, pero con la firma de este acuerdo, China inicia un proceso de expansión de su poder militar mucho más allá de la región de Asía-Pacífico, donde tradicionalmente ha operado.
Coincidiendo con este anuncio, el presidente chino, Xi Jinping, declaraba que China tiene como objetivo “construir una defensa nacional y un ejército fuerte como corresponde a la estatura internacional de nuestro país, y que sea conforme a los intereses de nuestra seguridad nacional y desarrollo”.
Yibuti ya alberga Camp Lemonnier, donde se encuentra el cuartel general de las Fuerzas Especiales de los Estados Unidos para luchar contra el terrorismo en el continente y Oriente Medio. Francia, el antiguo poder colonial, tiene una presencia más reducida, unos 1.500 hombres, tras el traslado del grueso de sus tropas, hace tres años, a Abu Dabi. Sin embargo, todavía están estacionadas en Yibuti fuerzas de la Legión extranjera y otras tropas francesas. Japón, pese a las restricciones militares que su constitución le impone, es otro de los países que con base en este puerto, el cual es, asimismo, usado por barcos de otros países, entre ellos España, que luchan contra la piratería en las aguas de la vecina Somalia y el golfo de Adén.
Además, desde hace un par de años, se habla de que Rusia también estaría buscando la posibilidad de establecer una base en ese minúsculo, pero muy estratégico, país del cuerno de África.
Esta nueva base militar china servirá, en teoría, para dar apoyo logístico a las operaciones de paz chinas, a las de lucha contra la piratería en el Golfo de Aden y para escoltar a los barcos chinos que importan o exportan del continente para garantizar su seguridad. Sim embargo, es mucho más, es un bastión fuerte desde el que China puede defender rápidamente sus intereses comerciales en África.
fuente :http://blogs.elpais.com/

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