La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) advierteseriamente de que la fauna salvaje, tanto terrestre como fluvial, de África central y occidental corre un grave peligro. Consecuentemente, pide una legislación más fuerte y acciones de protección más eficaces y rotundas para poner fin a este desastre, conservar las áreas protegidas y parar la pérdida de la biodiversidad.
Los 22 países que componen las dos regiones acogen a una gran variedad de especies, hábitats y ecosistemas. Algunas áreas como la Selva húmeda guineana,la selva montana de la frontera entre Nigeria y Camerún, el Rift albertino y la Cuenca del río Congo siempre han sido consideradas como de especial protección por su incalculable riqueza. Sin embargo, se prevé que el continuo crecimiento demográfico haga que la población supere los 600 millones de habitantes en esas zonas en poco más de una década, lo que supondrá una gran tensión para el patrimonio natural de estos hábitats.
El estudio de la IUCN afirma, también, que el 10 % de los anfibios, pájaros y mamíferos y el 17 % de las más de 1.600 especies de peces nativos de África occidental y central están en peligro de extinción.
Algunos datos del informe son muy significativos, por ejemplo:
- en la última década, tanto el rinoceronte negro como el blanco han desaparecido de la región.
- El órix de cuernos de cimitarra u órix blanco está extinguido en libertad desde los años ochenta del siglo pasado.
- Gambia, Mauritania, Senegal y Mali han perdido cinco o más de sus especies de mamíferos.
- Algunas especies como la gacela dama o el mono dryas han quedado reducidas a unos pocos de cientos de individuos en libertad.
- Las poblaciones de licaones, leones, chitas, jirafas y eland gigante están en serio peligro de desaparición.
En África occidental el deterioro de la vida salvaje puede atribuirse, particularmente, a la gran deforestación que ha sufrido la región y a la fragmentación de sus selvas y bosques. La práctica de talar la selva para conseguir nuevas tierras de cultivo y en especial las grandes plantaciones comerciales, propiciadas, sobre todo, por compañías multinacionales que acaparan gran cantidad de tierras, son muy responsables de este fenómeno.
En la otra región del estudio, África central, las selvas permanecen relativamente intactas, pero aproximadamente un tercio de las que quedan han sido concedidas a industrias madereras. El conjunto de la región también está sometido a una explotación extensiva de los recursos minerales y petrolíferos, tanto a gran escala como de forma artesanal. Denuncia el informe de IUCN que estas operaciones mineras han llevado a la reducción de la superficie de las selvas y a su degradación. Incluso cuando las selvas permanecen relativamente intactas, la caza, especialmente de ungulados y primates, está haciendo mucho daño. De igual manera, la demanda de marfil y, más recientemente, de escamas de pangolín, también contribuyen a este deterioro.
Además de todos estos datos, el informe señala a las legislaciones nacionales de los países de las dos regiones como otro elemento que juega en contra de la conservación de de la biodiversidad y las áreas protegidas, ya que son obsoletas y no están a la altura de las exigencias internacionales. Igualmente, la falta de medios o la desidia de muchos gobiernos hacen que gran número de zonas de extrema importancia para la biodiversidad no estén protegidas, incluyendo aquellas que albergan los últimos ejemplares de especies en alto riesgo de extinción.
En el lado contrario está la sociedad civil que en muchos de estos países está llevando a cabo un excelente trabajo de protección y apoyo a estas áreas incluso en zonas de complicado acceso o donde reina la inestabilidad.
Este es el caso de IUCN que gracias a su iniciativa SOS Save Our Species, entre otras muchas acciones, ha ayudado a:
- mejorar la administración de ocho áreas protegidas en la región entre las que están el Parque Nacional de Bouba-Njidda, en Camerún, y el de Conkouati-Douli, en la República del Congo.
- Incrementar la protección de diversas especies entre las que se encuentran elcocodrilo hocifiquino africano, el pez sierra o el hipopótamo pigmeo.
Los autores del informe piensan que la información recopilada y el ejemplo de los programas implementados por IUCN pueden ayudar a adecuar las legislaciones nacionales y las medidas de protección a las necesidades reales de la zona y así conseguir una mayor eficacia en las acciones de conservación de la biodiversidad de África occidental y central.
Hace poco pudimos visionar el documental Virunga que describe la situación y la tensión a la que está sometido este parque del este del Congo: guerra, traficantes de marfil e los intereses petrolíferos representados por la empresa SOCO International. Tenemos el tráiler de la cinta, el cual nos sirve para ilustrar lo contado hasta aquí y que es una situación que se repite en muchas partes del continente.
fuente :http://blogs.elpais.com/africa-no-es-un-pais/2015/07/sin-fauna-salvaje.html#more
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