jueves, 21 de mayo de 2015
CCD ciudadano centro democratico
En este momento me enfrento a una disyuntiva: nunca he sido propenso a decir las cosas que he hecho, a alardear de mis logros o recordar qué apoyos he dado, sin embargo, hoy el cuerpo me pide hacerlo. Cuando compruebo que personas que callaron y asintieron presumen, sin escrúpulos, de haber apoyado a los taxistas de Telde e Ingenio con el único fin de ganar votos, se me hace difícil callar.
Y en este punto, cada poro de mi cuerpo me pide que diga que siempre he defendido y apostado por nuestros taxistas, con quienes he tenido la suerte de trabajar directamente y entre quienes hay -y cuento como amigos- a maravillosas personas.
Y me pide que recuerde que fui el único que se adelantó a la tropelía que pretendía cometer el Cabildo de Gran Canaria, con José Miguel Bravo de Laguna como presidente, contra los taxistas de este municipio pidiendo que se declarara la prestación conjunta en el aeropuerto para Telde e Ingenio. Y cuando se declaró área sensible, fui el primero y único, el único, que presentó la moción para rechazar esa declaración y pedir la dimisión de todos los que apoyaron esta determinación.
Ahora, todos son salvadores de la patria; todos apoyan la causa a pesar de que bajaron la cabeza y permitieron que pasara lo que pasó.
Lo único que me tranquiliza es la memoria, la memoria de quienes saben quiénes han estado a su lado y quiénes no. Mientras, seguiré trabajando y avalando mi petición de voto con hechos y honestidad, no con palabras volubles cargadas de medias verdades.
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