Yo soy un@ de los 17 de Cofrentes

Hoy quedan 17 días para que 17 personas se enfrenten a un juicio por el que se les piden penas de casi tres años de cárcel, acusados de desorden público, daños y lesiones, a todo esto hay que sumarle que Greenpeace podría tener que pagar una multa de 360.000 euros.

¿Por qué?, porque el 15 de febrero de 2011, 16 activistas de Greenpeace y un fotoperiodista independiente accedían al recinto de la central nuclear de Cofrentes, subían a una de las torres de refrigeración y pintaban “Peligro Nuclear”. Greenpeace denunciaba así que la energía nuclear es una energía obsoleta, peligrosa y no es barata. Greenpeace defiende un modelo energético 100% renovable, que no sólo es sostenible sino que generaría empleos.


Greenpeace hace acciones de protesta pacíficas. Los activistas de Greenpeace son personas como tú y como yo, que creen que sólo hay un planeta y que hay que defenderlo. Son personas, no héroes ni heroínas, tienen miedo, nervios, sufren, tienen familia, amigas y amigos y quieren lo mejor, no para ellos, sino lo mejor para todas: un planeta sano. Cuando eres activista haces acciones porque tienes un sueño y crees que hay que defender el planeta. ¿Es acaso justo y proporcionado que, por pintar en una torre de refrigeración, se expongan a penas de cárcel? No puede salir más caro defender el medio ambiente que destruirlo.  

En un momento social en el que la protesta pacífica esta en tela de juicio, Greenpeace recuerda que el artículo 45 de la Constitución establece el derecho de todos a “disfrutar de un medio ambiente adecuado para el desarrollo de la persona, así como el deber de conservarlo”, y eso es lo que hace Greenpeace y lo que hicieron ese día las 17 personas. Por eso hoy lanzamos una campaña, “MISIÓN COFRENTES: ARTÍCULO 45. Defender el medio ambiente es un DEBER. Protestar, nuestro DERECHO”. Porque cuando has agotado todas las vías de denuncia lo que te queda es la protesta pacífica.

Sabemos que dentro de ti, hay un activista que a diario lucha por un mundo mejor. No necesitas colgarte del Cristo de Corcovado y denunciar que se proteja la biodiversidad, ni explorar la Amazonía descubriendo las talas ilegales… Creemos en los pequeños gestos que hacen grandes a las personas y que ayudan a defender el planeta…. Desde la India hasta África, hay que seguir denunciando las injusticias sociales y ambientales.  Porque defender el medio ambiente es un deber y protestar nuestro derecho.

Por ahora solo hay un planeta, y tenemos que conservarlo, simplemente porque no hay otro lugar. Si no fuera por aquellos hombres y mujeres que se pusieron delante del arpón y la ballena, si no fuera por esas personas que denunciaron que se tiraban bidones llenos de residuos nucleares frente a las costas gallegas, si no fuera por todas esas personas anónimas que nos han dejado un planeta un poquito mejor, ¿qué sería entonces de nosotr@s?

Hace tres años que esperamos este juicio, que tendrá lugar el próximo 4 de diciembre. Y hoy empezamos una campaña que durarán 17 días. Durante estos días os iremos proponiendo 17 misiones para visibilizar el apoyo a los activistas encausados. ¡Síguenos! y tuitea con el hagstag #Misión45