Lo que no le gusta a Messi

La cantinela sobre el futuro de Messi lleva un tiempo sonando y se escucha más alto desde final de la temporada pasada cuando entendió que una parte de la afición cuestionaba su juego. ¿Qué ha pasado ahora para que el argentino dejara la puerta abierta a su salida? Las interpretaciones que llegan desde el entorno azulgrana hablan más de las intenciones de la actual junta directiva de desprenderse de él en el futuro que de la idea de la estrella de marcharse ya. En una frase, Messi entiende que Bartomeu y sus directivos no le estiman como él espera.

¿Cuestión de cariño? Entre otras cosas sí, pero entre otras cosas. Cuentan en Barcelona que fueTito Vilanova, cuando ya no era entrenador, quien le quitó a Messi de la cabeza cualquier idea de marcharse. Ocurrió en el último tramo de la temporada pasada cuando el argentino no encontraba el punto justo, la carrera adecuada y se le veía andando más que galopando. Messi terminó adecuando su contrato, que fue la palabra que utilizó Bartomeu para referirse al aumento multimillonario de sus honorarios, antes de que volara a Sudamerica. El futbolista se marchó al Mundial con energía renovada y regresó con la cabeza más limpia. 


"Si bien siempre dije que me gustaría quedarme siempre allá (en Barcelona), a veces no todo se da como uno quiere", dijo al Diario Olé en vísperas de jugar en Manchester contra Portugal. La frase retumbó en la Ciudad Condal y provocó titulares con las palabras inquietantes y atención unidas aMessi. Las conversaciones periodísticas con quien tuviera algo que decir concluye que el desencuentro es con la junta directiva de Bartomeu. No se quiere ir, dicen, le quieren vender, pero no ahora sino cuando pasen las elecciones que en principio serán en 2016. 

El asunto se plantea como un tema central en la lucha electoral, que hace un tiempo que ya empezó, y se supone que será un arma arrojadiza a la actual directiva. Se dirá que Bartomeu, y los suyos, no le quieren porque parece que Messi lo cree así. Hay voces que apuntan a que el problema es Hacienda, que el argentino se ha sentido solo en este asunto por el que ha debido reponer unos cuantos millones de euros, pero no parece el asunto central. Messi, a parte de dinero, ha reclamado otro tipo de cosas intangibles, el cariño, que no debe haber visto como él lo entiende desde que llegóSandro Rosell. No se irá mañana, pero ahora ya no se ve imposible que un día se marche delBarcelona.

José Luis Corrochano
@jlcorrochano