domingo, 5 de octubre de 2014

¿Qué sabes sobre las ardillas?


En esta época del año, ardillas a lo largo y ancho del hemisferio norte se dedican a su actividad favorita: el almacenaje de semillas y bellotas ante la llegada del invierno. Hay muchas cosas, sin embargo, que seguro que no sabes sobre estos animales y su peculiar comportamiento.



Hay 285 especies de ardillas dispersas por todo el planeta, desde las diminutas que viven en África occidental hasta las de casi nueve kilogramos de Kazajistán. De hecho, habría que irse hasta los Polos para escapar de las ardillas. Además, la afición de estos animales por enterrar bellotas para buscarlas después, como hace la llamada ardilla gris (Sciurus carolinensis), es, según los expertos, beneficioso para los árboles, pues permite la dispersión de sus semillas

En otras ocasiones, sin embargo, la relación entre las ardillas y los árboles no resulta tan positiva. Por ejemplo, las ardillas rojas americanas (Tamiasciurus hudsonicus) y las ardillas de Douglas (Tamiasciurus douglasii) son depredadores de semillas que viven en los pinos. Se comen inmediatamente sus semillas, o bien las entierran en algún lugar secreto donde permanecen húmedas y tienen pocas posibilidades de germinar. Sin duda, es una ventaja para las ardillas, que se aseguran provisiones para sobrevivir el invierno, pero, por otra parte, los árboles pierden la posibilidad de reproducirse.

Un rasgo de estos pequeños animales que resulta especialmente sorprendente es la amplia variedad de alimentos que buscan. ¿Sabías que algunas comen setas? De hecho, algunas especies hacen algo muy curioso: las cuelgan entre las ramas de los árboles para que se sequen y se conserven mejor durante el invierno. 



Otras, según los expertos, pueden incluso distinguir las bellotas de distintos tipos de robles y, por tanto, darles a cada una el trato que les corresponde: las procedentes de robles blancos, por ejemplo, germinan con gran rapidez, por lo que las ardillas suelen comérselas en seguida. 

Las de otro tipo, en cambio, no germinan hasta la primavera, así que son las escogidas por las ardillas para ser enterradas y reservadas para el invierno. Y todavía hacen algo más sorprendente: según un estudio de 1996, se han llegado a observar ardillas mordiendo embriones de bellota de roble blanco, frenando su capacidad para germinar. Así, enterraban después las bellotas modificadas en lugar de comerlas rápidamente.

En cualquier caso, si te gusta dar de comer a las ardillas en los parques, recuerda que no son fáciles de domesticar. Dejemos a Chip y Chop para la televisión.

nationalgeographic.es

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