"Las 12 empresas que quieren instalarse en el muelle crearán más de mil empleos", afirma el presidente de la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife
Pedro Rodríguez Zaragoza (Adeje, 1951) acaba de poner en marcha uno de los proyectos más demandados por Santa Cruz: el rompeolas para proteger a San Andrés del fuerte oleaje. Admite que le ha sorprendido la actitud del presidente de la Federación Tinerfeña de Surf, Ángel Lobo, de tratar de frenar la construcción del dique pero asegura que el dique evitará que el mar entre al pueblo con los temporales. Pero habla de mucho más: nuevos proyectos, más cruceros, cosas por mejorar en Santa Cruz...
–El Puerto acaba de conceder a Sacyr la construcción del rompeolas de San Andrés. La empresa pertenece a un grupo con el que no se lleva precisamente bien el Ayuntamiento de Santa Cruz...
–Para ser una actuación de emergencia, ha tardado, ¿no?
–Han sido tres años de vaivenes. Me da pena que hayamos estado tanto tiempo pero esa es la burocracia que tenemos y la respetamos. Estamos tranquilos pues se ha hecho un expediente perfecto.
–Los surferos ya llevaban tiempo hablando de la alternativa del arrecife de coral pero ¿le sorprende que estén intentando frenar las obras presentando recursos?
–Me causó mucha sorpresa. Hicimos 16 proyectos en total para elegir uno. Hemos acudido incluso al Cedex [Centro de Estudios de Puertos y Costas de Madrid] para extrapolar las condiciones de San Andrés en una piscina y poder determinar con mayor precisión cuál era la mejor opción. Hemos hecho decenas de estudio, acudido también a la Universidad de Cantabria... El proyecto final es el mejor que podía hacerse y ahora solo esperamos que funcione. El dique tendrá 300 metros de largo y se hará con bloques de hormigón, porque no hay piedra suficiente de cantera para hacer como en Las Teresitas, y habrá un contradique que sí estará hecho con piedra natural, porque es mucho más pequeño.
–Pero, ¿qué le sorprendió del recurso de la Federación Tinerfeña de Surf?
–Me sorprendió que recurrieran, que pidieran que no se siguiera adelante con los trámites. Les escuché decir que no querían retrasar la obra. Pues para no querer retrasarla... Hemos tenido que esperar a que el tribunal dictaminara si se podía seguir con el proyecto y decidió que sí. Yo al señor este [Ángel Lobo, presidente de la Federación Tinerfeña de Surf] no lo conozco.
–¿Qué la parece que el mismo Ángel Lobo haya presentado un proyecto, del que él forma parte, para montar una empresa que haga arrecifes artificiales como el que propone para San Andrés?
–Eso me sorprendió más todavía. No quiero hacer juicios de valor. Nunca me he reunido con él aunque sí se reunió con Javier Mora, jefe de infraestructuras, y le dijo que esa alternativa era inviable. Cada uno puede pensar lo que quiera pero esto te plantea dudas.
–Lobo asegura que parte de la culpa de que los temporales golpeen con tanta fuerza a San Andrés es de Puertos al ampliar la Dársena Pesquera, lo que modificó la dinámica de las corrientes y las olas. ¿Qué opina?
–Los informes que tengo, realizados por ingenieros de probada capacidad, no han dicho nunca eso. Tampoco en las pruebas que hemos hecho se ha detectado que eso sea así. La primera prueba la tenemos en el espacio temporal: desde al menos hace 40 años hay problemas en San Andrés, dicho por los propios vecinos y visto por mí, que tengo ya 63 años, y la ampliación de la Dársena Pesquera se hizo mucho más tarde. Pero no voy a obligar a nuestros ingenieros a que hagan un curso de surf para que decidan cómo hacer las obras.
–Se puede pues transmitir un mensaje de tranquilidad a los vecinos en cuanto a que cuando se haga el rompeolas se acabarán los problemas.
–Los estudios dicen que con las obras que vamos a hacer las olas no entrarán al pueblo.
–Hay una moda de querer poner playas en toda la línea costera de la ciudad que ocupa el Puerto. ¿Es una obsesión o algunas de estas ideas son factibles?
–O hay playa o hay puerto. No puede haber una playa con unos buques enormes entrando a poca distancia. Esos monstruos pueden matar a un bañista en segundos. El modelo económico que eligió Santa Cruz fue el portuario. Además, playas tenemos, incluso dentro de las instalaciones portuarias, en zonas seguras. Ahí está la playa del Parque Marítimo –vamos a luchar por esa playa para que sea potente y atractiva–, la playa de Valleseco –quien único está luchando porque se mejore la playa de Valleseco es la Autoridad Portuaria, junto al Ayuntamiento– y la playa de Las Teresitas –que aunque no está en el ámbito portuario vamos a apoyar cualquier medida para que mejore sus servicios–. Esas son las playas por las que tenemos que luchar o luego está la opción de cambiar el modelo económico. Y si quitan el puerto a ver por dónde entran las mercancías que se necesitan en la Isla... El Dique del Este no sería suficiente para el tráfico marítimo –tenemos cinco millones de pasajeros al año–, no nos daría para los cruceros –vamos a recibir casi un millón de cruceristas este año–, no nos daría para los contenedores, para el cemento, para los graneles líquidos que vienen a la Refinería... O playa o puerto, y si alguien elige la playa y decide cerrar el puerto que me lo diga porque yo en ese entierro no me quedo.
–¿Cuántos puestos de trabajo genera el Puerto de Santa Cruz?
–Si digo 25.000 puestos de trabajo directos e indirectos no me quedo atrás. En estos momentos hay 110 empresas operando en el Puerto de Santa Cruz. Unas tienen 80 trabajadores, otras 100, otras 40... Luego tenemos un tráfico importantes de graneles sólidos, aparte de puzolanas, cemento, los plátanos y otros productos agrarios que salen de aquí –Canarias exporta todos los días un millón de kilos de plátanos–... Ahora viene una empresa rusa a hacer una fábrica de chocolate y galletas, unos inversores italianos que ya saben qué parcelas van a tener para hacer una fábrica de café –traerán el café de África y América del Sur y aquí lo tratarán, lo envasarán y lo exportarán–, unas empresas chinas que tienen previsto montar aquí 400 espacios para exportar mercancía a África y Europa... Todo va muy rápido y hay más proyectos, tanto de empresas que se quieren instalar en el Puerto como de planes de mejora de la propia Autoridad Portuaria, como la ampliación de la dársena para megayates.
–¿Cuántos proyectos están al caer y cuánto empleo generarán?
–Por lo menos 12 proyectos, todos muy grandes. Por ejemplo, se va a hacer un taller para las plataformas petrolíferas en el Dique del Este y solo esta iniciativa va a crear cerca de 50 empleos, además de que la empresa va a invertir alrededor de cinco millones de euros. Otro ejemplo: solo la fábrica de chocolate creará unos 600 puestos de trabajo. Estaríamos hablando de mucho más de un millar de empleo, con el movimiento económico indirecto que además genera la llegada de estas empresas: los prácticos, las consignatarias, los propios operarios del Puerto –porque si viene más actividad tendremos que contratar a más gente–, los obreros que trabajarán en las obras para adecuar las diferentes zonas y que hará gente de aquí... La mayor parte irían a la Dársena Pesquera. Hemos tenido que ampliar la estación transformadora para dar electricidad a todas estas empresas.
–El Puerto es un buen termómetro para saber cómo va la economía. ¿Qué datos tiene?
- Las importaciones están creciendo entre un 6 y un 7% todos los meses desde el año pasado salvo agosto. Eso quiere decir que la gente empieza a consumir más y es un síntoma de mejoría. No es para tirar voladores pero algo es algo. Otro dato: hace dos años entraba un barco para llevarse cemento cada seis meses, mientras ahora todos los meses hay uno o dos.
–¿Qué quieren hacer con el muellito y la playa del Marítimo?
- Estamos trabajando en el Plan Especial del Marítimo en colaboración con el Ayuntamiento. El muellito lo queremos abrir a los ciudadanos, que la gente pueda pasear por allí pero que no se quede a vivir, como han hecho algunos. Hemos tenido problemas en el muellito: ha habido gente que ha montado casetas, otros han robado hasta las puertas... Como el Parque Marítimo no lo está utilizando, pues nosotros intentaremos que al menos los ciudadanos puedan pasear por allí. Lo que está prohibido es el baño en ese muellito porque hay piedras y es peligroso. Para eso está la playa de al lado. Y cuando se habla de playas por las que se podría luchar para mejorarlas son por ésta, la de Valleseco o Las Teresitas. Esas son las playas de Santa Cruz. Al Puerto que lo dejen en paz.
–¿Les han garantizado la financiación para el túnel paralelo a la Vía Litoral que terminará de unir el Puerto a la ciudad?
- El Gobierno no tiene que poner mucho dinero, menos de un millón, y se han comprometido a ponerlo pronto. Ya hemos adjudicado las obras a Sacyr y ahora solo falta poner en marcha todo. Va a ser muy importante porque nos va a permitir retirar el tráfico del Puerto. Además, esta vía se conectará con la Vía Litoral. Pero, además, tenemos en licitación otra obra, que es la mejora del cantil desde donde salen los cruceros hasta una pasarela que vamos a hacer en frente de la marina y que va a dar al charco de la Plaza de España...
–¿Charco?
–Iba a decir la piscina y lo iba a empeorar. Lo llamo charco porque todo el mundo le dice así. De vez en cuando me gusta. Deberían dejar a los niños hacer carreras con barquitos. Pero, bueno...
–El Puerto es el cuarto de España en el número de cruceristas, el 12º de Europa y el 23º del mundo. ¿La llegada de los hoteles-flotantes va a más?
–Somos cuartos de España en número de cruceristas pero terceros en escalas, ojo. Y hay dos compañías, MSC y Braemar, que seguirán usando Santa Cruz como puerto base. Esto es muy importante. Hay que tener en cuenta que Tenerife es la Isla que ofrece más excursiones, unas 25.
–¿El empresario Wolfgang Kiessling le llegó a plantear hacer un acuario en el Puerto de Santa Cruz antes de decidir proyectarlo en el de Las Palmas?
- Hablé con él cuando el proyecto del acuario estaba en pañales. Me dijo que tenía muchas inversiones aquí y que quería repartirlas por otras islas, más que nada porque en Las Palmas iba a contar con muchos visitantes potenciales. Pero, bueno, sigue habiendo gente que quiere hacer cosas muy importantes en el Puerto.
–¿Cómo un acuario?
–No lo puedo decir todavía.
–Ha rebrotado el debate sobre si Santa Cruz empieza a estar más viva o sigue muerta. ¿Cómo lo ve?
- Santa Cruz tiene una potencialidad enorme pero hay muchas cosas por hacer. Cuando analizamos las estadísticas nos dimos cuenta de que los cruceristas gastaban en Madeira 100 euros al día y aquí solo 60. Y nos preguntamos por qué. Entonces me fui a Funchal, la capital, y me encontré con que los comercios adaptaban sus horarios a la llegada de los cruceros. Además, habían montado un mercadillo, actuaban grupos de música... Aquí no ocurre eso pese a tener una ciudad y una Isla con muchos más atractivos. Se ha ido mejorando y Santa Cruz ya ha pasado de los 90 euros de gasto de los cruceristas. El 25% se va de excursión y los demás se van a la ciudad o hacen excursiones por su cuenta. La más elegida de las que se ofrecen por la capital es la de Taganana. De todos modos, hay cosas por hacer. En el Puerto son frecuentes las colas para ir al baño y más largas son los domingos porque no hay nada abierto. Y es que en la ciudad no hay baños públicos.
–En todo el debate sobre el petróleo se ha mezclado la llegada de plataformas petrolíferas al Puerto con la negativa a las prospecciones. ¿Cómo lo ve usted?
–Solo sé que en el Golfo de Guinea hay 176 plataformas ahora mismo. Cada una de ellas tiene que pasar una inspección, una ITV para entendernos, cada cuatro años. O van a Sudáfrica, o van a los puertos cercanos –que no tienen tanta capacidad como el nuestro– o vienen aquí. Apostamos por este mercado y hemos conseguido que vengan las primeras. Y seguirán viniendo. Cada una de ellas genera mucha economía.
–¿Y qué opina sobre el debate de petróleo ?sí? o petróleo ?no??
- El modelo económico que tenemos, centrado en el turismo, aconseja claramente que no sería bueno extraer petróleo en las Islas.
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