Poco a poco se empieza a proyectar el papel que tendrá España en la lucha contra el yihadismo en Siria e Irak. Como primera medida, a partir de enero de 2015, el Gobierno mandará a Turquía una batería antiaérea de misiles Patriot y 130 militares como parte del dispositivo defensivo que la OTAN puso en marcha en 2013 para proteger a la población civil de este país ante posibles ataques provenientes de la frontera sur.
La medida confirmada este miércoles por el ministro de Defensa, Pedro Morenés, durante su comparecencia en la Comisión de Defensa del Congreso, se enmarca en las operaciones temporales que mantiene desplegada la OTAN en Turquía, país miembro de la Alianza del Norte, y que supone el relevo de nuestro país a Holanda.
Morenés ha justificado este contingente ante "un posible ataque aéreo o con misiles balísticos ante las amenazas provenientes de su frontera sur", en concreto Siria e Irak, donde operan diversos grupos rebeldes, entre ellos el Estado Islámico.
La segunda aportación de España vendrá de la mano de la recién creada alianza internacional contra el citado grupo yihadista. Una colaboración que, según el ministro, podría abarcar desde labores de transporte y cesión de bases hasta asesoramiento y formación de efectivos y envíos de material letal y no letal al Gobierno de Bagdad.
Morenés ha señalado que todavía se tienen que definir las "necesidades, responsabilidades o aportaciones" de cada país y, de hecho, ha subrayado que Defensa está participando en el "proceso de planteamiento de operaciones" en el Mando Central de Estados Unidos ubicado en la ciudad de Tampa (Florida), donde trabajan un general y siete oficiales españoles.
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